Luces situadas estratégicamente alumbran distintas partes de las ruinas de Huaca Pucllana, en Lima (Perú), durante la noche: suficiente para que los comensales del restaurante homónimo puedan distinguir la geometría del lugar.
Fue la cultura lima la que empezó a construir Huaca Pucllana, un complejo de edificaciones con una pirámide en el centro que se ha convertido en un importante sitio turístico, en gran parte por una simple característica: está situado en el corazón de Lima, en el distrito de Miraflores, entre departamentos, bares y restaurantes.
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La parte exterior del restaurante tiene vista a las ruinas. Parece la receta perfecta para un tourist trap: es decir, un restaurante con algún factor de atracción para turistas (en este caso las ruinas), pero cuyos servicios son demasiado caros en relación con su calidad.
Sin embargo, la experiencia de comer en Huaca Pucllana no cumple uno de los dos requisitos, pues tiene una buena relación calidad-precio. Entre las entradas destacaron los falsos tacos de ceviche, elaborados con kimchi (preparación coreana de col fermentada picante) y mango, y los anticuchitos de corazón, por ejemplo.
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La selección de platos fuertes incluye opciones como el osobuco con tagliatelli a la crema de ají, el filete de paiche (pescado) amazónico y platos peruanos más tradicionales, como el ají de gallina y el arroz con pato.
Además del restaurante, también se desarrollan eventos en el complejo, como exposiciones artísticas. Un ejemplo fue la apertura de la exposición “Flores”, de la artista limeña Rocío Flores, en la cual retrata la flora endémica e introducida de Lima.
La Huaca Pucllana pasó un proceso de revalorización a partir de la década de los 80. El sitio, tan próximo a una zona residencial, era usado como basurero o incluso para practicar motocross. Ahora existe un museo, con artefactos recuperados de las distintas culturas que ocuparon el sitio.
Entrar al sitio arqueológico, según su sitio web, cuesta 15 soles (casi $ 4).
Herencia arqueológica
Sin embargo, Huaca Pucllana no es el único sitio arqueológico de importancia.
El antiguo santuario de Pachacamac, situado en el departamento de Lurín, en Lima, refleja las diferentes etapas históricas de las personas que vivieron en aquel paisaje desértico, ahora dominado por invasiones y las numerosas concesiones mineras en las laderas arenosas, visibles en gran parte del trayecto en auto hacia el sitio arqueológico.
Por Pachacamac pasaron las culturas lima, wari, ychma e inca, en ese orden, hasta la llegada de los españoles. Estuvo conformado por templos, plazas, palacios y otros edificios.
De muchas de las estructuras solo quedan ciertos ladrillos, elaborados a partir de material orgánico. En contraste, algunos fueron reconstruidos por arqueólogos, aunque esto ya no se practica.
Se creía que Pachacamac fue el creador del universo y que era capaz de predecir el futuro. Así, el complejo se convirtió en un importante centro de adoración a Pachacamac y de distintos dioses andinos, además de recibir a peregrinos que llegaban a través del qhapac ñan (el sistema vial andino) con la esperanza de saber qué iba a suceder con su cosecha en un futuro, por ejemplo.
Ingresar al complejo arqueológico Pachacamac cuesta 15 soles (aproximadamente $ 4) para adultos sin servicio de guía. (I)