El riesgo país del Ecuador (indicador que mide la probabilidad de pago de la deuda externa) se ubicó este 9 de febrero en 1.263 puntos, es decir 172 puntos por encima del riesgo que tenía el 5 de febrero, antes del proceso electoral. La subida del riesgo país se ha dado entre lunes y martes, tras el proceso electoral en el que se votó por presidente de la República, asambleístas y parlamentarios andinos.

De acuerdo con Santiago Mosquera, director de la USFQ Business School, la subida del riesgo país de estos dos últimos días responde a los resultados electorales y la falta de claridad de quién va a la segunda vuelta. Explica que el mercado tiene claro las políticas de Guillermo Lasso y también las de Arauz. Sin embargo, hay incertidumbre sobre qué haría el otro presidenciable en disputa, que es Yaku Pérez.

Explicó que el riesgo país tiene dos aristas a medir, la primera es la capacidad de pago, en la cual Ecuador no tiene mayores problemas, pues se hizo una buena renegociación de los bonos de deuda, sin embargo, el otro factor a analizar es la voluntad de pago, y sobre este tema, no hay claridad en las políticas que se implementarían.

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Entre tanto, el comportamiento de los nuevos bonos de deuda ecuatorianos ha sido de un encarecimiento de su rentabilidad, y por ende de una caída de su valor. Según Mosquera, la tasa de rentabilidad de los bonos 2030 estaba hasta el viernes en 12,5% un porcentaje ya alto. Pero el lunes, a la apertura de los mercados estaba en 14,5%bonos y con un cierre de 13,5%. Hoy los bonos abrieron en esos mismos niveles pero tuvieron una subida de 14,70% en el transcurso del día. Así, los bonos están en los niveles de los bonos viejos, pero según Mosquera, esto obedece al momento coyuntural.

Entre tanto, las bancas de inversión y calificadoras de riesgo internacionales empezaron a dar sus criterios sobre el proceso electoral y sus implicaciones económicas. Jaime Reusche, vicepresidente de Moody’s Investors comentó que “las propuestas de políticas de los dos candidatos líderes a la presidencia del Ecuador, sugieren mayores riesgos crediticios, en la forma de estrés presupuestario, como resultado de las políticas fiscales menos restrictivas y una potencial renegociación del actual acuerdo con el FMI”.