Aquellos pequeños granitos que aparecen en el interior del ojo son conocidos como orzuelos (término médico: hordeolum), estos causan un malestar al momento de abrir y cerrar los ojos.

“Un orzuelo es la infección de la glándula Meibomio que se ubica en el borde del párpado”, comenta la oftalmóloga Cecila Rodríguez. La consecuencia es algo muy similar a un grano en el párpado. El orzuelo puede crecer hacia adentro o hacia afuera.

Algunos datos sobre los orzuelos

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  • Los primeros signos son el dolor, enrojecimiento de la zona, inflamación y aumento de la sensibilidad.
  • Su capacidad de ver, tanto de lejos como de cerca, no se ve afectada por la presencia de un orzuelo.
  • La mayoría de los orzuelos desaparecen por sí mismos en el correr de unos días.
  • No se debe explotar un orzuelo. Permita que el orzuelo evolucione y se rompa por sí mismo.

"La bacteria que ocasiona la aparición de un orzuelo se encuentra normalmente en la nariz, por lo que es muy fácil que llegue al ojo, sobre todo por el hecho de tocarnos la nariz y luego los ojos", indica Rodríguez. Además, la doctora resalta que esta bacteria esta presente en la piel de casi todos los organismos, por lo que es contagiosa.

Para lograr la desaparición de un orzuelo se puede aplicar compresas calientes de 10 a 15 minutos, tres o cuatro veces al día, durante varios días. En la mayoría de los casos, el orzuelo se romperá, drenará y curará sin necesidad de mayor intervención.

"Si un paciente tiene orzuelos con mucha frecuencia, puede visitar a un especialista. Además, el uso diario de paños húmedos para limpiarse la zona de los ojos, reduce el riesgo de aparición de orzuelos", agrega Rodríguez. (I)