El 2021 será para el país un año de doble incertidumbre en el tema económico, tanto por la expectativa de la llegada de una vacuna contra el COVID-19, que fue el principal factor de la contracción económica, así como por las elecciones presidenciales y el modelo que aplicaría el siguiente Gobierno, dependiendo de su tendencia.

En el 2020, la pandemia generó la caída del precio del crudo por falta de demanda, la caída de impuestos por baja actividad económica, una pérdida de empleos importante… El 2021 trae expectativas modestas en estos temas, y por tanto, las necesidades financieras continuarán vigentes. Sin embargo, en este nuevo año difícilmente se podrá contar con $ 7.000 millones de financiamiento de multilaterales .

Para Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), la falta de recursos continuará siendo un gran dolor de cabeza para el Gobierno de turno. Explica que la necesidad de financiamiento será de unos $ 14.000 millones en 2021.

Publicidad

La astronómica cifra se obtiene al sumar el déficit fiscal, de al menos $ 6.000 millones; pago por amortizaciones de deuda multilateral y con bancos, de al menos $ 4.000 millones; también $ 2.000 millones de Cetes y unos $ 2.000 millones de atrasos.

El experto opina que esta es una de las premisas que debe estar en la conciencia de los ciudadanos y de los candidatos. Esto para que sepan que las medidas económicas que se tomen no serán fáciles.
El Gobierno que gane también recibirá una economía que va a tener ciertamente un rebote, luego de la brusca caída de al menos 9 %, pero este será pequeño.

Sobre el tema del crecimiento, PROEstudios, en su Business Survey Report, recuerda que en noviembre pasado ya se calculaba una caída de 9,2 %; mientras que para el próximo año la economía crecería en 3,1 %, cifra sustentada en el gasto de consumo de los hogares, que aumentaría en 3,2 %. Con ese desempeño el nivel del PIB se igualaría al de 2013. Esto evidencia la gravedad de la crisis y los esfuerzos que se deberán realizar para, únicamente, recuperar el impacto de la pandemia, dice el estudio.

Publicidad

Entre tanto, Xavier Orellana, asesor empresarial, considera al 2021 como “el año del principio del fin de la pandemia”. Esto porque se podría tener ya en vigencia una vacuna que combata el coronavirus y pueda hacer que la economía empiece a recuperarse de manera más sostenida.

Un factor que en Ecuador también va a detener las inversiones es el tema electoral, coincide Orellana, quien explica que el sector productivo en general esperará a conocer los resultados electorales para saber si le conviene o no invertir en el país.

Publicidad

En todo caso, asegura que lo que las autoridades gubernamentales deben procurar en el 2021 es dar las condiciones necesarias al sector privado para que genere producción, y esto pasa por temas tan sencillos como mejorar la tramitología y respetar el marco legal.

Orellana sostiene que el petróleo se ha estado recuperando más rápido de lo esperado, lo que le conviene al Ecuador. Otros sectores con buen desempeño serían el camaronero, bananero y en general las exportaciones no petroleras.

Para Orellana, es importante no perder de vista a sectores que salieron muy golpeados de la pandemia, como por ejemplo las flores y turismo. Frente a ellos habría que pensar en una serie de incentivos para su recuperación. En el caso del turismo propone, por ejemplo, una exención tributaria para generar más demanda ciudadana.

Precio del crudo al alza por expectativa de la vacuna

Un precio del petróleo al alza será la característica de este sector en el 2021. Según el analista Miguel Robalino, el precio podría recuperarse en el orden de $ 50 a $ 55 por barril. Lo empuja la expectativa de la llegada de la vacuna.

Publicidad

Sin embargo, el ministro Mauricio Pozo anunció que el precio en el presupuesto prorrogado de 2021 será de $ 37. Para Robalino, esta decisión va acorde con la línea austera del Gobierno.

Jorge Pérez-Taiman, abogado especialista en temas de petróleo y gas, señala que existe una fuerte tendencia para migrar de combustibles fósiles a no contaminantes (energía solar y eólica). Por ello, los países deben producir sus reservas petroleras mientras haya demanda.

Coincide en que los precios se recuperan lentamente de la caída que sufrieron por la paralización de la economía, mientras los países productores compiten para atraer inversiones.

Considera que Ecuador tiene el plus de una producción sana, y que en 2021 tomaría acciones para ser más atractivo a inversiones de riesgo, como la fusión de Petroecuador y Petroamazonas, la aprobación de otros modelos contractuales y la desinversión de ciertos procesos en la refinería de Esmeraldas.

Recaudación subirá $ 600 millones

El Gobierno plantea obtener en el 2021 unos $ 600 millones más que lo que se terminará recaudando en el 2020 en impuestos. El ministro de Economía, Mauricio Pozo, ha calculado que la recaudación llegará a $ 13.100 millones, un poco más alto que los $ 12.500 millones de este 2020.

En el 2021 no se avizoran cambios radicales en materia tributaria. Sin embargo, el Gobierno actualmente está trabajando una propuesta de reforma que debería aprobarse en segundo semestre del 2021 para que pudiera entrar en vigor en el 2022.

Según Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), como parte de los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) destinados a bajar el déficit fiscal, la recaudación tributaria debe incrementarse en al menos $ 3.000 millones para el 2022.
Para Carrera, las reformas podrían contener eliminación de exenciones e incluso un incremento del impuesto al valor agregado (IVA), pero combinado con la baja del impuesto a la salida de divisas (ISD).

Recuperación del empleo es incierta

Una posible recuperación del empleo está conectada directamente a la reactivación de la economía. Por ello, el ministro del Trabajo, Andrés Isch, considera que el 2021 podría haber un despunte, pero reconoce que es muy difícil al momento hacer una predicción.

Esto, considerando que todo depende de cómo evolucionará la pandemia y la efectividad que tenga la vacuna. En todo caso, desde esa cartera de Estado se espera ir monitoreando cómo funcionan los nuevos modelos de contrato de trabajo, que buscan es dar certezas a los empleadores de que puedan apostar a un proyecto de inversión, pero que si a causa de la crisis no funciona, no signifique la quiebra total, explica Isch.

En los primeros meses del año, el Ministerio tiene previsto continuar con su proyecto de reforma Juntos por el trabajo, que busca propuestas de consenso de diversos sectores para tener una reforma laboral que ayude a generar mayor empleo. Adicionalmente tiene previsto enviar una reforma laboral sobre Economía Violeta, para apoyar el empleo de la mujer. (I)