María Sara Jijón Calderón es afiliada y candidata a la Vicepresidencia por Izquierda Democrática (ID), lista 12. Se define como latinoamericanista y ciudadana del mundo.

Estudió Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Quito. Hizo luego una maestría en Derecho Tributario y Administración Fiscal en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Tiene además un diplomado superior en Género y Economía por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Su padre era del tradicional barrio La Tola en Quito; su madre, de Guano, Chimborazo.
En la familia Jijón Calderón hay cuatro hermanos: dos hombres y dos mujeres. Ella es la tercera. Dice ser soltera “de nacimiento”. Es madre cabeza de hogar con una hija de 16 años.

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Está dedicada a tiempo completo a la candidatura vicepresidencial. Y antes de estar en esta “locura”, como califica la intención de llegar a la segunda magistratura del país, fue consultora y docente universitaria en Quito y en Guayaquil.

¿Cuál es su relación con Xavier Hervas?
Somos amigos y binomio. Le conocí el 23 de agosto de este año. Él es amigo de colegas del partido, y entonces así es como él llegó a ser el candidato a la Presidencia, y después me invitó a que me una a él en este caminar.

¿Qué opina de la figura de la Vicepresidencia?
Lastimosamente no ha sido suficientemente aprovechada. Podemos ser un apoyo fundamental para el presidente y podemos estar a cargo de temas muy importantes. Creo que a raíz de que en los últimos años se ha delegado al vicepresidente en este caso temas muy importantes ha habido una mayor visibilidad; pero en el pasado, tristemente, por poco, se le veía como el primero que le iba a “serruchar el piso” al presidente y eso es un error absurdo, y eso pasó en algunos Gobiernos en el pasado. Un ejemplo maravilloso es el de Rodrigo Borja. Cuando fue presidente tuvo a un excelente vicepresidente (Luis Parodi) y fueron realmente verdaderos compañeros de trabajo. Tendríamos que hacer una reforma constitucional para dotarle al vicepresidente de facultades específicas; pero si no, mientras tanto, lo que debe haber es una adecuada compaginación entre los dos candidatos, de tal manera que podamos ser verdaderos compañeros.

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¿Es o no necesaria la figura vicepresidencial?
Es necesaria porque un presidente, como es el representante máximo del Ejecutivo, tiene que estar en muchos temas de definición estratégica a nivel político y finalmente es el representante legal del Estado ecuatoriano. Pero el vicepresidente puede dedicarse a temas más de coordinación, articulación, vinculación con muchos otros actores; y finalmente para los temas, yo diría, de vinculación inclusive con otras funciones del Estado.

¿Qué responsabilidades tendría?
Todos los temas sociales y, adicionalmente, todo lo relacionado con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que son 17 y están enfocados tanto en los temas sociales, en lo que tiene que ver con los primeros 6 ODS, también enfocados a los temas ambientales y de la parte económico-productiva, el fortalecimiento de las instituciones y la paz. La idea es que desde la Vicepresidencia, obviamente, poder aportar en esa forma de gobernar que tiene que ver con una relación adecuada con todos los actores sociales, culturales, económicos y políticos, y las alianzas, para que se puedan cumplir las 169 metas y los 17 objetivos de la Agenda 2030. Ecuador no solo es parte firmante, sino que adicionalmente la elevamos a una política de Estado.

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¿Cómo desarrollaría estas responsabilidades en el contexto de crisis económica y pandemia del COVID-19?
Con mayor razón. Es clave una Vicepresidencia que pueda coordinar y articular a los distintos actores de nuestro país, porque evidentemente el Estado, léase el Gobierno, no lo puede hacer todo. Para empezar, debemos tener una muy buena relación con todos los Gobiernos Autónomos Descentralizados sin importar de qué tienda política sea el alcalde, el prefecto o los presidentes de las Juntas Parroquiales. Por lo tanto, una de las primeras cosas desde la Vicepresidencia, ya haríamos la articulación en los territorios, que es algo que, de alguna manera, estuvo haciendo la Secretaría de Gestión de la Política, que luego la absorbió el Ministerio de Gobierno. Desde la Vicepresidencia se puede hacer una labor de articulación con estos otros actores, de los GAD desde el contexto de la Agenda 2030, que es mucho más propositivo y que, además, como estamos hablando de objetivos y de metas, son universales. Algo que es fundamental es que nos acordemos de que somos andinos, Ecuador es un país que está en los Andes y aquí en los Andes tenemos una institución maravillosa que es la minga. Consiste en la capacidad de ponernos a trabajar de manera colaborativa a pesar de nuestras diferencias, cuando tenemos un objetivo claro y ese objetivo es común y desde la Vicepresidencia vamos a poder hacerlo.

¿Cómo ha sido la elaboración del plan de Gobierno?
Se trabajó durante unos seis meses por algunos militantes, otros simpatizantes y profesionales jóvenes de distintas provincias, a lo largo y ancho del país, que realmente vieron la oportunidad de poder construir de manera colaborativa un plan de Gobierno que les represente a ellos sin que sea perfecto. Es un proceso muy interesante, una especie de minga entre varios profesionales jóvenes (entre 20 y 30 años) y fue coordinado desde el Instituto de Capacitación y Formación Política Manuel Córdova Galarza. Cuando lo recibimos estaba organizado de cierta manera. Lo primero que dijimos a los jóvenes, y también lo trabajamos de manera colaborativa, es que el plan de Gobierno teníamos que enmarcarlo dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y así está.

¿Los postulados históricos de la ID de “Justicia social con libertad” están vigentes?
Absolutamente. No importan los votos solamente. Claro que importan, porque con buenos votos se llega, pero lo que realmente importa es la construcción colaborativa que podemos hacer desde los territorios, o desde los distintos sectores y actores para construir el país que realmente soñamos. El Ecuador que tenemos hoy no es el que soñamos. Cada uno de nosotros se tiene que convertir en agente de cambio. Hay temas, como la violencia de género, que ya no pueden ser considerados como temas marginales; nos compete a todos.

¿Cómo mira la participación de las mujeres en estas elecciones?
Ojalá fueran más. Lo bueno es que, en base a las reformas que se hicieron al Código de la Democracia, para las próximas elecciones no les va a tocar otra a los partidos. Van a tener que poner siempre para la Presidencia a un hombre, la candidata a la Vicepresidencia tendrá necesariamente que ser mujer. Eso es lo que va a obligar a los partidos políticos a que nos tomemos en serio este tema. (I).

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Sobre la aspirante.
Nombres: María Sara.
Apellidos: Jijón Calderón.
Nacimiento: 28 de enero de 1967.
Ciudad: Quito
Edad: 53 años.
Estado civil: Soltera.
Hijos: 1.
Profesión: Jurista.
Impuesto a la Renta: En 2015 pagó $ 1.514,93; en 2016 y 2017 no registra pagos, y para el 2018 la declaración no ha sido aún presentada, según el Servicio de Rentas Internas (SRI); en 2019 pagó $ 1.606,07.
Cargos públicos: Subsecretaria de Gobernanza y Gobernabilidad.
Otras actividades: Profesora en el Instituto de Altos Estudios.