Los italianos tendrán que respetar un toque de queda desde este viernes por la noche y los griegos deberán pedir permiso por mensaje de texto para salir de sus casas, en una Europa que vive una "explosión" de casos de coronavirus, al igual que Estados Unidos, donde se registró un récord de infecciones por segundo día consecutivo.

Mientras espera ansioso los resultados definitivos de las elecciones presidenciales, Estados Unidos, el país más enlutado en el mundo por la pandemia, con 234.876 fallecidos, registró un récord de contagios el jueves: más de 120.000 casos en 24 horas, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, organismo de referencia.

En todo el mundo, la pandemia ya mató a más de 1,2 millones de personas y provocó casi 49 millones de contagios, según un recuento de la AFP basado en las cifras oficiales.

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El epicentro actual de la pandemia está en Europa, donde se registra el mayor numero de contagios, según un balance de la AFP: más de 11,9 millones de casos, la mitad de ellos repartidos entre Rusia, Francia, España y Reino Unido. El covid-19 se ha cobrado además más de 297.000 vidas en el continente.

"Observamos una explosión" de contagios, señaló Hans Kluge, director de Europa de la OMS. En tan "sólo unos días ha habido un millón de casos suplementarios" en Europa, y "vemos también cómo aumenta la mortalidad poco a poco", precisó.

"Con el uso generalizado de mascarillas y un control estricto de las aglomeraciones, podemos salvar más de 261.000 vidas de aquí a febrero en Europa", estimó el responsable.

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"Cansancio y desconfianza"

Ante esta situación, la lista de los países europeos que siguen endureciendo medidas se amplía.

Desde este viernes por la noche y hasta el 3 de diciembre entrará en vigor un toque de queda entre las 22:00 y las 05:00 en toda Italia.

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Los colegios secundarios de nivel superior italianos enseñarán ahora a distancia, los museos cerrarán y los centros comerciales no abrirán los fines de semana.

Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta y Calabria fueron declaradas regiones "rojas" y de "alto riesgo" y 16 millones de italianos tendrán que respetar un nuevo confinamiento, aunque será menos estricto que el de la pasada primavera boreal.

En Bérgamo, en Lombardía, varios centenares de personas, entre ellos comerciantes, propietarios de restaurantes y algunos militantes de extrema derecha, protestaron en las últimas horas por estas restricciones y pidieron a gritos "Libertad", antes de ser dispersados por las fuerzas del orden.

"Hay más cansancio y desconfianza" que en el confinamiento de marzo, dijeron las autoridades municipales.

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Ante un riesgo de saturación de sus hospitales, Grecia también decidió confinarse desde el sábado, durante al menos tres semanas.

Antes de salir del domicilio, los griegos deberán indicar por mensaje de texto el motivo y la hora de salida, y esperar la luz verde de las autoridades, a través del mismo sistema.

El coronavirus causó 673 muertos en el país. Pero es el número de enfermos hospitalizados en cuidados intensivos lo que preocupa sobre todo a las autoridades.

En Francia, reconfinada desde el 30 de octubre, la segunda ola "es brutal y se propaga rápidamente", con 58.000 nuevos contagios detectados en las últimas 24 horas, según el director general de Salud, Jérôme Salomon. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo tildó la situación de "muy preocupante" en la capital y la periferia cercana.

Tras Irlanda y Francia, el Reino Unido, el país más golpeado de Europa con más de 48.000 muertos, decretó un reconfinamiento en Inglaterra desde el jueves, aunque, al igual que en otros países del continente, las escuelas permanecerán abiertas.

El jueves por la noche, manifestantes se reunieron en el centro de Londres para protestar contra este nuevo confinamiento. En Eslovenia, otra protesta de varios cientos de personas contra el confinamiento el jueves por la noche acabó en enfrentamientos con la policía en Liubiana.

Relajamiento en América Latina

Al contrario que en Europa, América Latina empezó a relajar sus medidas, después de meses de lucha contra el covid-19. El covid-19 ha matado a más de 408.000 personas en América Latina y el Caribe y ha provocado casi 11,5 millones de infecciones.

El progresivo levantamiento de las restricciones generó un relajamiento entre la población, por ejemplo en Ecuador, que tuvo que volver a imponer medidas debido al incumplimento de las normas de protección sanitarias.

Las autoridades de Guayaquil prohíben así la venta de alcohol de jueves a domingo, así como los bailes y los eventos festivos.

Colombia, que impuso cinco meses de confinamiento hasta finales de agosto, levantó por su parte la obligación de presentar un test negativo de covid-19 a los viajeros provenientes del extranjero, lo que suscitó críticas.

Y en Venezuela, donde según las cifras oficiales ha habido unos 800 decesos por coronavirus, los ciudadanos han podido volver a las playas y centenares han recuperado la manera de ganarse el pan, reabriendo sus comercios o sus servicios a los bañistas, tras siete meses de cierre total. (I)