Hay menos de 300 monos araña de cabeza marrón en Ecuador, viviendo en fragmentos de bosque, amenazados por alta deforestación, quema de potreros y bosques, así como el aislamiento.

Este primate evita el contacto con el humano y se muestra agresivo si este lo molesta. Puede recorrer más de 5 kilómetros al día, por lo que es un gran dispersor de semillas.

Entre las iniciativas para ayudar a la especie está Proyecto Washu. Nathalia Fuentes, cofundadora, cuenta que trabajan con las poblaciones en vida silvestre, en las provincias de Esmeradas y Manabí. Esmeraldas es la provincia que mantiene un hábitat idóneo para la especie, "aquí grandes empresas madereras y palmicultoras mantienen una presión fuerte hacia los bosques primarios, el abandono del Estado hace que la mayor parte de personas locales dependa de estas empresas de una u otra forma (arreglo de carreteras por ejemplo)", señala.

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Fuentes opina que, al mismo, Esmeraldas es "una de las provincias con mayor índice de pobreza y analfabetismo lo que implica que las personas y comunidades locales extraigan recursos madereros para cubrir sus necesidades básicas, lo que intensifica la afectación al hábitat de esta especie".

Las acciones de conservación para la población de Manabí son recientes debido a que esta especie se creía extinta desde hace varias décadas en esta provincia.

En el proyecto diseñaron Washu Chocolate, una autogestión cuya parte de las ventas retornan a mantener algunas de estas actividades protectoras, mientras que se apoya a familias de agricultores de cacao que protegen los bosques donde habita el mono araña y que son parte de este proyecto. Se puede conseguir por medio de sus redes sociales. También se puede adoptar simbólicamente a un mono y ayudarlo a finalizar su rehabilitación o su mantenimiento debido a que no todos tienen la oportunidad de volver a la libertad. (I)