El paso hacia una nueva normalidad en Ecuador desde el 13 de septiembre, sin estado de excepción ni toque de queda y con mayores libertades en medio del coronavirus, genera críticas y moderadas expectativas en el ámbito productivo.

Además del fin del toque de queda, se podrá circular en carro sin restricción por el dígito de placas y se permiten reuniones. El control pasa a los municipios del país.

Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, ve un guion establecido para progresivamente ir relajando las medidas de aislamiento y de confinamiento seguramente con el objetivo de reactivar la economía, con lo que se mostró de acuerdo, siempre que vaya de la mano de la evolución de la epidemia en el país.

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“Si bien no hay una transmisión explosiva como la que se vivió en Guayaquil, entre marzo y abril, lo que hay (en Quito) es un crecimiento sostenido de la transmisión (...). El problema es que en varias ciudades del Ecuador lo que se da es que los hospitales siguen colapsados y sobre todo las unidades de cuidados intensivos siguen al tope. Eso va a determinar que el número de fallecimientos se siga incrementando”, dijo el directivo.

El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, expresó que a excepción de Azuay y Guayas, en las 22 provincias restantes la tasa de contagio está bajo 1. “Tenemos una convicción personal de seguir actuando para que no haya nuevos brotes, para que la propagación del virus pueda ser contenida como ha sido hasta este momento por la red sanitaria”, agregó.

Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción, consideró que sin el estado de excepción se va a permitir la reactivación del sector productivo que, de a poco, está saliendo adelante en medio de una crisis tan compleja como la actual.

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“Lo que se requiere es que se active el consumo, para que de esa manera las cadenas productivas se vayan regularizando. Uno de los aspectos clave será mantener el empleo y eso se logra a través de la producción, lo cual requiere inversiones”, agregó.

Caridad Vela, secretaria de Comunicación, sostuvo que el Gobierno ha tomado medidas paralelas que permiten trabajar con cierta flexibilidad.

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A la corresponsabilidad de la ciudadanía apela el Gobierno con la campaña Yo me cuido. Esto porque ya no habrá la base legal para aplicar el toque de queda o evitar la movilidad de tránsito o reuniones sociales.

Daniel Simancas, profesor universitario, expresó que las Fuerzas Armadas y la Policía han jugado un rol fundamental en el control y la vigilancia del cumplimiento de las medidas de movilidad y de restricción y de protección.

“Tenemos que seguir contando con este contingente para poder controlar el virus, porque esta pandemia todavía no ha terminado”, dijo Simancas en una entrevista.

Esos controles, por ejemplo, se aplican desde el pasado 17 de julio en parroquias de Quito donde hay más contagios.

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Ximena Abarca, secretaria de Salud del Municipio de Quito, manifestó que el control dio resultado: “Cuando hicimos el cálculo de la tasa de reproductividad, vimos que en las parroquias intervenidas sí hubo disminución”.

María Paula Romo, ministra de Gobierno, expresó que los controles serán como los que hacen intendencias, Policía, comisarías, de forma habitual

“Hay restricciones aún para bares, karaokes, centros de diversión nocturna, pero esto no se regulará desde el estado de excepción sino desde los permisos que se requieren (desde) intendencias”, señaló Romo en una entrevista.

La movilidad, playas o el uso de los espacios públicos son competencia local, indicó Juan Zapata, director del ECU911, quien agregó que el Ministerio del Trabajo determinó que en la crisis sanitaria se anteponga la modalidad del teletrabajo como una alternativa.

Además, el uso de mascarilla está normado por ordenanzas municipales en varias localidades, agregó Zapata.

Claves

Fallo constitucional

La Corte Constitucional (CC ) señaló en su fallo que no habrá una nueva renovación del estado de excepción. Adujo que no puede extenderse de forma permanente para superar los problemas que se han tornado indefinidos.

Qué implica

A partir del 13 de septiembre no rige el estado de excepción. Entonces, policías y militares dejan el control porque se acaba el toque de queda, la circulación por último dígito de placa y queda sin efecto la prohibición de libertad de asociación o de reuniones de cualquier tipo.

Pasa a los cabildos

Los municipios pueden regular horarios de funcionamiento de locales y apertura de espacios públicos y circulación vehicular, entre otros.

Semaforización

Seguirá en vigencia el sistema de semáforo y los cabildo definirán las prohibiciones. Las clases seguirán de manera virtual con pilotos en planteles que cumplan protocolos. (I)