Ocho años después de su secuestro en Bogotá, Colombia (13 de agosto de 2012), el activista político Fernando Balda cree que la sentencia de nueve años en calidad de autor mediato contra el secretario nacional de Inteligencia (Senain) del gobierno de Rafael Correa, Pablo Romero, es “el eslabón” que enlaza la “cadena de mando criminal” de su secuestro y el exmandatario que radica en Bélgica.

Cerca de dos horas le tomó ayer al Tribunal de Juzgamiento de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), integrado por los jueces Iván León (ponente), Dilza Muñoz y David Jacho, dar a conocer su sentencia oral, con la que de forma unánime condenaban a nueve años de cárcel al líder de la ahora desaparecida Senain. El cargo: plagio, tipificado en los artículos 188 y 189, numeral 4, del Código Penal anterior, hoy calificado como secuestro en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), artículo 161.

Romero se suma a los cinco colombianos sentenciados en Colombia en 2015 por secuestrar directamente a Balda por 40 minutos en las afueras de Bogotá y a los exagentes de Inteligencia ecuatorianos Raúl Chicaiza y Jéssica Falcón que los contrataron, quienes fueron condenados en 2019 en Ecuador en el mismo caso de Romero, recibiendo una pena de 21 meses de reclusión menor, pues fueron cooperadores eficaces de Fiscalía.

Publicidad

La pena para los exagentes fue inicialmente de nueve años, pero debido a que la cooperación entregada por ellos fue de importancia para la resolución de la causa, el Tribunal de Juicio redujo la sentencia de cárcel. Chicaiza y Falcón al momento ya se encuentran en libertad.

En el proceso ecuatoriano por plagio, de los cuatro investigados solo queda sin sentencia el expresidente Rafael Correa, quien mantiene un llamado a juicio vigente, pero que no ha podido continuar porque en la legislación nacional el plagio o secuestro es un delito que no puede ser juzgado en ausencia. Correa se encuentra en Bélgica desde que dejó el poder en Ecuador, en mayo de 2017.

La defensa de Balda, Felipe Rodríguez, sostiene que cada vez más se acercan al expresidente Correa en este caso, pese a que él diga que no ha existido ningún secuestro. “Hay tres sentencias que confirman que existió un secuestro. El secuestro dejó de ser un presunto secuestro y hoy Correa es un prófugo de la justicia. (...) Correa cuando tenga que ser juzgado se le pone cada vez más cuesta arriba este caso”.

Publicidad

Según el análisis del Tribunal, se determinó que Romero “obró con el ánimo de causar daño” y que su conducta “fue dolosa” en este caso. Stalin Oviedo, abogado de Romero, en su momento aseguró que no existía la consumación de plagio ni prueba de responsabilidad contra su cliente, y por ello solicitaba que se declare la prescripción de la acción y con ello la inocencia del procesado.

León, como presidente del Tribunal, explicó que como parte de la sentencia se dispone la publicación de esta en uno de los diarios de mayor circulación a cargo del sentenciado y que como reparación integral a la víctima $1, pues así lo solicitó Rodríguez en nombre de Balda.

Publicidad

Como medidas de reparación simbólica, el Tribunal de primera instancia ordenó que Romero entregue disculpas públicas en un medio de comunicación de alcance nacional y coloque una placa en la institución que remplazó a la Senain que diga: “El sistema de inteligencia y contrainteligencia del país jamás puede estar destinado a perseguir ciudadanos, sino a protegerlos”.

El Tribunal de Juicio definió una reclusión menor ordinaria de nueve años, argumentando que la víctima del secuestro, Balda, sufrió en ese proceso malos tratos.

Desde el 21 de febrero pasado, fecha en que Romero llegó extraditado desde España a Ecuador, debido al proceso vigente que existía dentro del caso Balda, él permanece en el Centro de Privación Provisional de Libertad (CPPL) El Inca, en el norte de Quito. El exlíder de la Senain mantiene un llamado a juicio por el delito de peculado dentro del denominado caso Caminito y una investigación por el mal uso de recursos públicos para el secuestro de Fernando Balda. (I)