Con pétalos de flores blancas y globos que fueron lanzados al cielo, sus compañeros despidieron a Mónica Patricia Valverde Beltrán, quien estuvo al frente de las enfermeras en el hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Riobamba.

Ella se suma a la lista del personal de salud que ha trabajado en la primera línea de la lucha contra la pandemia y que lamentablemente pierde la batalla por el COVID-19.

El sábado 1 de agosto salió el cuerpo sin vida de la enfermera, a quien se la conocía como Licen Moni. Sobre el féretro estaban la bandera de las enfermeras y la cofia, símbolo de quienes se dedican a esta importante labor. Amigos, compañeros y familiares la despidieron en medio de aplausos y llanto.

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También, Jorge Wated, presidente del IESS, expresó sus condolencias en su cuenta de Twitter.

Mi sentido pésame a la familia de la Lcda. Mónica Valverde Beltrán, líder de Enfermería del Servicio de Emergencia del Hospital General IESS Riobamba. Un abrazo a toda nuestros profesionales de la salud de Chimborazo. pic.twitter.com/axlT5vzcCu

En Riobamba hay preocupación por el personal de salud que ha perdido la batalla en estas últimas semanas por la expansión del coronavirus.

"Hasta siempre, mi Licen Moni" se escucha entre el personal de salud que formó una calle de honor mientras salía el féretro para ser llevado hasta el cementerio del cantón Chambo, su última morada. En la parte exterior del hospital también se le rindieron honores por su labor en esta lucha contra el COVID-19.

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En un emotivo acto fue despedida Mónica Patricia Valverde Beltrán, quien estuvo al frente de las enfermeras del hospital del IESS en Riobamba. Ella murió por COVID-19. Foto: Cortesía

Funerales Gonzalo Mendoza estuvo a cargo del cortejo fúnebre. La administradora del local María de los Ángeles Mendoza dice que "en este tiempo de la emergencia sanitaria ha habido personal de salud que lamentablemente ha fallecido en esta dura guerra en contra del virus".

A través de contacto telefónico con este Diario recordó que entre el personal de salud para el que han tenido que realizar los cortejos fúnebres están un médico, enfermeras y también quienes prestan sus servicios en las ambulancias.

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"La actual situación que se vive en Riobamba está terrible porque desde hace aproximadamente cuatro semanas el número de fallecidos por COVID-19 ha aumentado, por lo que incluso se ha tenido que incrementar personal y carrozas con el fin de hacer turnos rotativos para poder atender la demanda", dijo.

Mendoza contó que solo esta funeraria atiende un promedio de cinco a seis inhumaciones diarias, que anteriormente eran dos o tres al día. Y por la falta de espacio físico en las bóvedas en el cementerio de Riobamba, les exigen que si la muerte es por COVID-19, los cuerpos tienen que ser cremados.

Las excepciones para el entierro en bóvedas son si la familia del fallecido es de escasos recursos o que no tenga convenio en prestación exequial. (I)