En el Centro Histórico de Quito, en las calles Chile y Guayaquil, dejó de funcionar una de las cafeterías más tradicionales de la ciudad, su nombre “Meneses e Hijos”; después de 50 años de atender al público, cierra sus puertas por la pandemia.

En mayo de 1975, Jacinto Meneses (en la actualidad con 96 años) abrió por primera vez las puertas de dicha cafetería, y lastimosamente las cerró el 17 de marzo de 2020, día en que empezó la cuarentena por la pandemia del COVID-19.

Durante todo este tiempo, Jacinto y sus hijos se han dedicado a la cafetería, en donde se vendía café, helados, pizza, pastelerías y otros alimentos, pero el cierre de todo el Centro Histórico ha hecho que el negocio deje de producir.

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El administrador de la cafetería, Pablo Ramírez, manifiesta que esta crisis económica ocasionada por la pandemia ha perjudicado a muchos negocios del centro de la ciudad, porque ya no existe la misma afluencia de personas como lo era antes de la emergencia sanitaria.

A esta situación también se suman otros factores como: el cierre de las calles por las movilizaciones, la indigencia, la delincuencia, la prostitución y vendedores ambulantes, que de alguna manera han hecho del Centro Histórico un sitio inseguro.

Ramírez dice que el cierre del negocio deja a 35 personas sin empleo, además, 22 empleados con jubilación patronal.

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La cafetería Meneses e Hijos no es la única del Centro Histórico que cerró sus puertas, también lo hizo el restaurante Pizza SA, que por el largo tiempo de la cuarentena no logró solventar la nómina de sus empleados. (I)