El Ministerio de Energía declaró situación de fuerza mayor en las operaciones de explotación de hidrocarburos, después de una nueva suspensión de operaciones del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE).

El 3 de junio se volvieron a detener las actividades debido a la erosión regresiva registrada en el río Coca que amenaza a una serie de obras estratégicas ubicadas en El Reventador.

Petroecuador está realizando en el SOTE dos variantes de tubería de 380 y 690 metros de longitud, que permitirán salvaguardar la integridad del oleoducto tras un nuevo socavón producido en el sector de San Rafael (límite entre las provincias de Napo y Sucumbíos).

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“Se estima que los trabajos de construcción a cargo de técnicos de Petroecuador concluyan el domingo 7 de junio y con esto se logre alejar alrededor de 230 metros del margen del río Quijos a esta infraestructura petrolera”, informó el ministro de Energía, René Ortiz.

El SOTE ya realizó el proceso de ‘vaciado’ (drenaje) del tramo del sistema que estaba en riesgo y así evitar derrames.

La resolución emitida por esta cartera de Estado dispone a Petroecuador realizar las coordinaciones necesarias con Petroamazonas EP y las empresas privadas usuarias del servicio de transporte que presta el SOTE; y de ser necesario con el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), a fin de optimizar la capacidad de almacenamiento existente durante el tiempo que dure la emergencia. (I)