Grandes ecosistemas como la selva del Amazonas y los arrecifes de coral podrían degradarse de forma más acelerada de lo que los científicos habían supuesto anteriormente, según un estudio publicado por la Universidad de Southampton, en Inglaterra.

Tras revisar los cambios en decenas de ecosistemas, los investigadores concluyeron que los arrecifes de coral del Caribe colapsarían en 15 años y que la selva amazónica podría ‘morir’ en 50 años.

Tenemos que prepararnos para cambios en los ecosistemas de nuestro planeta más acelerados de lo que habíamos previsto”, dice John Dearing, director de la investigación que se publicó en la revista científica Nature Communications.

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Aunque por su gran tamaño ecosistemas más grandes tardan más en colapsar, la velocidad a la que pueden desaparecer sería significativamente mayor que en sistemas más pequeños, según muestra la investigación.

Esto se debe a que los subsistemas y hábitats que componen sistemas más grandes pueden parecer inicialmente más resistentes, pero se deshacen muy rápidamente tras llegar a un punto de inflexión,

Para el estudio los científicos analizaron las condiciones de 42 ecosistemas en total: 4 terrestres, 25 marinos y 13 de agua dulce con tamaños diversos, desde pequeños estanques hasta el Mar Negro.

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Aunque unos científicos señalan que la investigación reforzaba la urgencia de proteger los ecosistemas, otros se mostraron escépticos sobre si conclusiones basadas principalmente en datos de mares, ríos o lagos podrían extrapolarse al Amazonas.

Erika Berenguer, investigadora asociada sénior de la Universidad de Oxford y la Universidad de Lancaster, indica que el estudio perdería validez por el hecho de que los autores solo han incluido cuatro ecosistemas terrestres, ninguno de los cuales era un bosque tropical lluvioso.

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Es muy poco probable, si no distópico, predecir que un área de la mitad del tamaño de Europa experimente un cambio completo en la vegetación en los próximos 50 años”, declaró Berenguer.

“Si bien no hay duda de que el Amazonas está en gran riesgo y que es probable que haya un punto de inflexión, tales afirmaciones infladas no ayudan ni a la ciencia ni a la formulación de políticas”, dijo.(I)