Más que por los postulados que defienden, se apasionan por lo que rechazan. Reivindican los valores cristianos, la familia, la vida, la corrección moral, el libre mercado, el porte de armas, la propiedad privada y la hispanidad. Y, con la misma o mayor vehemencia, rechazan cualquier atisbo de izquierda, feminismo, ambientalismo o, lo que llaman, “internacionalismo infantil”, refiriéndose a los organismos de derechos humanos de la ONU o la OEA.

La plataforma nació a fines de 2018 y desde hace una semana se llama “Libres, alianza por la libertad”. Su objetivo a largo plazo es el poder; al corto, participar en las elecciones del 2021 con candidatos a la Asamblea Nacional.

Dicen que la derecha tradicional –en especial el PSC y CREO– ya no los representa.

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¿Es una coalición que, de alguna manera, muestra su inconformidad con los partidos de derecha tradicionales? “¡No ‘de alguna manera’, sino de una manera completa! Y no solo están los inconformes, sino gente que apoyó al PSC y a CREO por estar en contra del correísmo y del Socialismo del Siglo XXI, que eran la única opción”, dice Francisco Núñez del Arco, historiador y líder de El Otro Ecuador, una de las agrupaciones de la alianza.

En su sede, el Café Dios no muere, ubicado en el centro histórico, se define como un seguidor a muerte de García Moreno y un hispanista. El 6 de diciembre pasado, acudió hasta la estatua de Sebastián de Benalcázar para festejar la fundación española de la capital. El video de la celebración se viralizó a inicios de este año y se lo ve, eufórico, gritando ¡viva España!, al tiempo que sus acompañantes, con banderas blancas y la Cruz de Borgoña, le siguen con vivas al rey y a la reina.

Viva el rey, viva la reina? Gente para cojuda.Estos de ley son los que creen que los toros generaban más plata que una final de champions. pic.twitter.com/JcwJ3elavG

El asambleísta Esteban Torres (hijo del exlegislador Luis Fernando) también es parte de Libres; sobre todo, por su radicalismo en contra del aborto y la migración sin filtro. “Nos identificamos como una nueva derecha, profundamente ideológica... Muchos no quieren hacer política electoral, sino integrar estamentos del Estado, ser jueces o académicos. Hay políticos, escritores, profesores, agricultores, empresarios... De todo un poco. Quienes quieren hacer política en el 2021 han pensado en organizaciones de la tendencia sin claudicar sus ideas ni principios. A futuro, el plan sí es constituir un partido nacional de derecha”, sostiene.

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Y agrega: “Algunos de nuestros miembros tienen conexión directa con VOX de España, con Viktor Orbán de Hungría, con Bolsonaro de Brasil y con Agustín Laje de Argentina”. Todos esos referentes han sido criticados, incluso por la propia derecha, por radicalismo, xenofobia e intolerancia.

Felipe León, director de Quiteños Libres, fue presidente de las juventudes del PSC, pero “al no encontrar coherencia” decidió impulsar la nueva alianza. “Buscamos una derecha que no se avergüence de serlo, una de mano dura”.

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La organización tiene estructuras en ocho provincias: Loja, Azuay, Guayas, Carchi, Tungurahua, Chimborazo, Manabí y Pichincha. La militancia suma unas 2000 personas.

Las reuniones se realizan en la sede del Partido Conservador, en Quito, y reciben charlas de políticos afines, como Alberto Dahik o Pablo Guerrero, dice León.

Tanto Núñez como León niegan que Libres sea una célula neonazi. Lo consideran ridículo, pues para ellos “el fascismo está mal entendido”. Además, dicen, las ideas supremacistas, más bien, son patrimonio de la izquierda, de la Conaie, de los grupos feministas y de derechos humanos. “Son ideas de los ‘progres’”.

Un gay, un negro o un indígena es bienvenido. Pero si es de derecha. Los de izquierda, que se vayan nomás con el correísmo o con quien sea; para eso ya hay otros partidos”. Francisco Núñez del Arco, político

Las críticas desde la izquierda

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Diego Velasco, miembro de Kitu Milenario, organización indigenista que se opone a El Otro Ecuador y a Quiteños Libres, sostiene que detrás de la coalición hay una agenda neofascista. Velasco asegura que la alianza exacerba la violencia y la discriminación, y que ya se han registrado enfrentamientos con otros grupos. (I)