La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un listado de 13 desafíos que amenazan a la sanidad en el planeta en esta nueva década.

Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la OMS, dice que la lista refleja la profunda preocupación por el hecho de que los líderes mundiales no están invirtiendo suficientes recursos en las prioridades sanitarias ni en los sistemas básicos de salud.

La falta de inversión pone en riesgo vidas, medios de subsistencia y economías. Tedros afirma que aunque ninguno de esos problemas es fácil de abordar, la salud pública es, en última instancia, “una elección política” como demuestra el hecho de que la diferencia en esperanza de vida es de hasta 18 años según se viva en un país rico o en uno pobre.

Publicidad

Tenemos que darnos cuenta de que la salud es una inversión en el futuro. Los países invierten mucho en proteger a su gente de los ataques terroristas, pero no contra el ataque de un virus, que podría ser mucho más mortal y mucho más dañino económica y socialmente. Una pandemia podría poner de rodillas a la economía y a las naciones”, Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la OMS.

La fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible es 2030. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha subrayado que los próximos 10 años deben ser una década dedicada a la acción.

Los Gobiernos, las comunidades y las agencias internacionales deben trabajar juntos para lograr estos objetivos críticos. No hay atajos para un mundo más saludable”.

1. Colocar a la salud en medio del debate climático

Publicidad

La crisis climática es una crisis de salud. La contaminación del aire mata a aproximadamente 7 millones de personas cada año, mientras que el cambio climático provoca desastres naturales más extremos, exacerba la desnutrición y alimenta la propagación de enfermedades infecciosas como la malaria.

Las mismas emisiones que causan el calentamiento global son responsables de más de una cuarta parte de las muertes por ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y enfermedades respiratorias crónicas. Los líderes de los sectores público y privado deben trabajar juntos para limpiar el aire y mitigar impactos del cambio climático en la salud.

Publicidad

Emisiones de una fábrica en Manhattan, Nueva York. Noticias ONU/Daniel Dickinson.

En 2019, más de 80 ciudades en más de 50 países se comprometieron con las pautas de calidad del aire de la OMS y acordaron alinear sus políticas climáticas y de contaminación. Este año, la OMS trabajará para desarrollar un conjunto de opciones de políticas para que los Gobiernos eviten o reduzcan riesgos para la salud de polución.

2. Lograr que la salud alcance lugares en conflictos y crisis

En 2019, la mayoría de los brotes de enfermedades que requieren el nivel más alto de respuesta se produjeron en países con conflictos prolongados. Los trabajadores de la salud y las instalaciones continúan siendo a menudo el objetivo de ataques. En 2019, la OMS registró 978 atentados contra infraestructura y operaciones de salud en 11 países y que dejaron 193 muertes.

Publicidad

Los conflictos también obligan a un número récord de personas a abandonar sus hogares, dejando a decenas de millones de hombres, mujeres y niños con poco acceso a la atención médica, muchas veces durante años.

Un hospital materno-infantil en Siria dañado por ataques aéreos. Unicef

En 2019, la OMS respondió a 58 emergencias en 50 países y se implementaron equipos médicos móviles y campañas de vacunación.

3. Hacer que la atención médica sea más justa

Las brechas socioeconómicas persistentes y crecientes resultan en grandes discrepancias en la calidad de la salud de las personas.

No solo hay una diferencia de 18 años en la esperanza de vida entre los países ricos y pobres, sino también una marcada brecha dentro de los países e incluso dentro de las ciudades, advierte la OMS.

El aumento global de las enfermedades no transmisibles, como el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes tienen una carga desproporcionadamente grande en países de bajos y medianos ingresos y agota rápidamente los recursos de los hogares más pobres.

Una de las mejores maneras de reducir las desigualdades es a través de la atención primaria de salud, que aborda la mayoría de las necesidades de una persona. La OMS dice que todos los países deberían asignar un 1% más de su Producto Interno Bruto a este tipo de atención, para que más personas tengan acceso a servicios esenciales de calidad que necesitan, cerca de sus hogares.

4. Ampliar acceso a medicamentos

Cerca de un tercio de las personas del mundo carecen de acceso a medicamentos, vacunas, herramientas de diagnóstico y otros productos de salud esenciales, dice la organización. El bajo acceso a productos de salud puede poner en peligro a los pacientes y aumentar la resistencia a los antibióticos.

Los medicamentos y otros productos de salud son el segundo gasto más grande para los sistemas de salud, después del personal, y es el componente más importante del gasto privado en salud en los países de ingresos bajos y medianos.

En este 2020, la OMS centrará su atención en la lucha contra productos médicos de calidad inferior y falsificados y buscará mejorar la capacidad de países de bajos ingresos para garantizar la calidad de los productos médicos en toda la cadena de suministro y mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento de enfermedades no transmisibles, incluida la diabetes.

5. Detener las enfermedades infecciosas

Según la OMS, las enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis, la hepatitis viral, la malaria, las enfermedades tropicales desatendidas y las infecciones de transmisión sexual matarán a 4 millones de personas en 2020, en su mayoría de bajos recursos.

Al mismo tiempo, las enfermedades que pueden ser prevenidas mediante la vacunación continúan matando, como el sarampión, que costó 140 000 vidas en 2019 y aunque la polio se ha llevado al borde de la erradicación, hubo 156 casos en 2019, la mayor cifra registrada desde 2014.

Las causas fundamentales de esta problemática son los niveles insuficientes de financiamiento y la debilidad de los sistemas de salud en los países endémicos, junto con la falta de compromiso de países con mejor posición económica.

La organización dice que es necesario invertir en investigación y desarrollo de nuevos diagnósticos, medicamentos y vacunas.

6. Una pandemia inevitable

Por año el mundo gasta mucho más en responder a brotes de enfermedades, desastres naturales y otras emergencias de salud que en prepararse para afrontarlos y prevenirlos, dice la OMS.

Las enfermedades como el dengue, la malaria, el zika, el Chikunguña y la fiebre amarilla se están extendiendo a medida que las poblaciones de mosquitos se trasladan a nuevas áreas, avivadas por el cambio climático.

La OMS asesora a los países sobre inversiones basadas en datos para fortalecer los sistemas de salud y la infraestructura para mantener a las poblaciones seguras cuando se producen emergencias.

7. Asegurar para todos alimentos y productos saludables

La falta de alimentos, los alimentos inseguros y las dietas poco saludables son responsables de casi un tercio de la carga actual mundial de enfermedades.

El hambre y la inseguridad alimentaria siguen afectando a millones, y la escasez de alimentos se explota perniciosamente como arma de guerra, alerta la organización.

Al mismo tiempo, el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta están aumentando a nivel mundial debido a que las personas consumen alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, grasas saturadas, grasas trans y sal.

Por otro lado, el consumo de tabaco está disminuyendo en algunos lugares, pero está aumentando en la mayoría de los países, mientras se acumulan pruebas sobre riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos.

La Organización trabaja con los países para desarrollar políticas públicas basadas en la ciencia, inversiones y reformas del sector privado para remodelar los sistemas alimentarios y proporcionar dietas saludables y sostenibles. La industria alimentaria se comprometió en 2019 a eliminar las grasas trans para 2023.

8. Invertir en las personas que defienden nuestra salud.

Una subinversión crónica en educación y en el empleo de trabajadores de la salud, junto con la falta de salario digno, han provocado la escasez de trabajadores de la salud en todo el mundo.

Los servicios de salud y asistencia social y los sistemas de salud sostenibles están en peligro y el mundo necesitará 18 millones de trabajadores de salud adicionales para 2030, principalmente en países de bajos y medianos ingresos, incluidos 9 millones de enfermeras y parteras, según OMS.

Las parteras profesionales pueden prestar hasta el 87% de servicios esenciales de salud sexual y reproductiva. ONU/Eric Kanalstein

La Asamblea Mundial de la Salud ha designado 2020 como el Año de la Enfermera y la Partera para impulsar la acción y alentar la inversión en educación, habilidades y empleos.

Para el mes de abril, la OMS emitirá un informe integral sobre el estado de la enfermería en el Día Mundial de la Salud y desde ya está trabajando con los países para estimular nuevas inversiones, capacitar a los trabajadores de la salud y pagarles salarios dignos.

9. Proteger a los adolescentes

La organización advierte que más de un millón de adolescentes de entre 10 y 19 años mueren cada año. Las principales causas de muerte en este grupo son las lesiones en la carretera, el VIH, el suicidio, las infecciones de las vías respiratorias inferiores y la violencia interpersonal.

Este año, la OMS emitirá una nueva guía para los encargados de formular políticas, profesionales de la salud y educadores, llamada Helping Adolescents Thrive y tendrá como objetivo promover la salud mental de las adolescentes y prevenir el uso de drogas, alcohol, autolesiones y violencia interpersonal, así como proporcionar a los jóvenes información sobre la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, anticoncepción y atención durante el embarazo y el parto.

10. Ganarse la confianza pública

La confianza ayuda a determinar si es probable que los pacientes dependan de los servicios de salud y sigan los consejos de un trabajador sanitario en torno a las vacunas, tomar medicamentos o usar condones. La salud pública se ve comprometida por la difusión incontrolada de información errónea en las redes sociales, así como por la erosión de la confianza en las instituciones públicas. El movimiento contra la vacunación ha sido un factor importante en el aumento de muertes en enfermedades prevenibles.

La OMS se mantiene trabajando con los países para fortalecer la atención primaria de salud, para que las personas puedan acceder fácilmente a servicios efectivos y asequibles, de personas que conocen y en las que confían, en sus propias comunidades. La Organización también se ha aliado con redes sociales como Facebook, Pinterest y otras plataformas para garantizar que sus usuarios reciban información confiable sobre vacunas y otros temas de salud.

11. Usar de forma positiva las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías están revolucionando la capacidad para prevenir, diagnosticar y tratar muchas enfermedades.

La edición del genoma, la biología sintética y las tecnologías de salud digital, como la inteligencia artificial, pueden resolver muchos problemas, pero también plantean nuevas preguntas y desafíos para el monitoreo y la regulación, dice la OMS y enfatiza que sin una comprensión más profunda de sus implicaciones éticas y sociales, estas podrían dañar a las personas a las que deben ayudar.

Médicos en un hospital de Camboya utilizan un equipo moderno en una cirugía. World Bank/Chhor Sokunthea

El año pasado la OMS estableció nuevos comités asesores para la edición del genoma humano y la salud digital, reuniendo a principales expertos del mundo para revisar la evidencia y brindar orientación a los países.

12. Proteger a los medicamentos que protegen a la sociedad

Según la organización la resistencia antimicrobiana amenaza a la medicina moderna con enviarla décadas atrás cuando no se habían descubierto antibióticos e incluso las cirugías de rutina eran peligrosas.

El aumento de la resistencia se debe a una miríada de factores que se han unido para crear una infusión aterradora, incluida la prescripción y uso no regulado de antibióticos, la falta de acceso a medicamentos de calidad y asequibles, y la falta de agua limpia, saneamiento, higiene y prevención y control de infecciones.

La OMS colabora con las autoridades nacionales e internacionales en los sectores del medio ambiente, la agricultura y los animales para reducir la amenaza al abordar sus causas fundamentales y aboga por investigación para el desarrollo de nuevos antibióticos.

13. Mantener a la atención médica limpia

La OMS alerta de que aproximadamente uno de cada cuatro establecimientos de salud en todo el mundo carece de servicios básicos de agua y la falta de estos al igual que de saneamiento e higiene son críticos para un sistema en funcionamiento y conducen a una atención de baja calidad y una mayor probabilidad de infección para pacientes y trabajadores.

Miles de millones de personas en todo el mundo que viven en comunidades sin agua potable o servicios de saneamiento adecuados, los cuales son los principales impulsores de las enfermedades, la organización coopera con 35 países de ingresos bajos y medios para mejorar las condiciones de agua, saneamiento e higiene en sus instalaciones de salud. (I)