"Que la Fiscalía investigue los actos de violencia, los saqueos y el vandalismo que ha destruido el patrimonio de la ciudad de Quito". Ese es el pedido que es parte de la denuncia que presentó este mediodía en la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía Santiago Guarderas, vicealcalde de la capital ecuatoriana.

Guarderas asegura que la denuncia la colocó como vicealcalde de Quito y como ciudadano quiteño que se encuentra preocupado por la situación que enfrenta la capital luego de las protestas iniciadas el jueves pasado, cuando los transportistas llamaron a un paro nacional para rechazar las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Lenín Moreno.

El vicealcalde reconoce que existe el derecho a la protesta y a la libertad de expresión, pero afirma que todo debe ser enmarcado en el orden jurídico. A su decir, no se puede aceptar que el patrimonio cultural de Quito haya sufrido los destrozos. 

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Sobre los daños vandálicos ocasionados, Guarderas cree que esta no es una circunstancia de la protesta indígena, pues ellos siempre han sido respetuosos, pero sí piensa que hay infiltrados que están creando caos y destrozando los bienes patrimoniales. Pide que se aplique el máximo rigor de la ley con quienes sean identificados como los culpables. 

En la denuncia colocada no existen nombres exactos de los posibles responsables de los daños. El periodo que se pide se investigue es desde el 3 de octubre pasado que iniciaron las movilizaciones. 

Aunque inicialmente se dio una cifra de $200.000 como el monto total que costaría reparar los daños ocasionados en el primer día de movilizaciones, Guarderas piensa que ese monto es muy bajo y que podría llegar a $500.000, debido a que son innumerables los daños en bienes catalogados como patrimoniales o históricos.

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Guarderas tiene claro que el nivel de peligro de los bienes ubicados en el Centro Histórico se incrementa con la llegada de las movilizaciones indígenas del Norte y Sur del país. 

Informó que están las autoridades de movilidad y de seguridad del Distrito Metropolitano de Quito tendiendo puentes de diálogo con los dirigentes de las protestas para evitar que se den desmanes y posteriores actos vandálicos en las movilizaciones anunciadas. (I)