El 10 de agosto de 1979, a las diez horas y dieciocho minutos, el abogado Jaime Roldós Aguilera juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República y se convirtió así en el cuadragésimo cuarto presidente ecuatoriano.

Con este acto volvía el constitucionalismo al Ecuador. Apenas posesionado debió afrontar graves problemas económicos y tomar medidas adecuadas, algunas de las cuales no fueron bien recibidas por el pueblo.

Pero la mayor crisis que debió manejar fue la del conflicto armado con Perú en la Cordillera del Cóndor, conocido también como la guerra de Paquisha.

Publicidad

El discurso de Roldós

En su discurso de posesión, que constituyó realmente su primer mensaje a la nación, Roldós destacó los siguientes puntos:

• El nuevo gobierno propugnará por una democracia integral y pluralista. La democracia no es perfecta, pero es susceptible de mejoramiento.

• La libertad de prensa será mantenida sin menoscabo.

Publicidad

• Sería utópico pretender modernizar el país sin vulnerar esquemas conceptuales y sistemas organizativos, a fin de erradicar la lentitud, la corrupción y el despilfarro.

• Que el Congreso no caiga en la tentación del obstruccionismo: “No caigamos jamás -dijo- en la pugna de los poderes”.

Publicidad

• Las relaciones del gobierno con las Fuerzas Armadas se basarán en el estricto cumplimiento de las normas jurídicas.

• El país no puede seguir derrochando su tiempo para planear y actuar sobre las reformas fundamentales.

• El gobierno recibe un país con la economía desequilibrada.

• El gobierno respetará la autonomía universitaria y atacará los graves problemas de la educación nacional.

Publicidad

Firma el primer decreto

Cuando habían transcurrido pocos instantes de que Jaime Roldós Aguilera asumiera el poder, firmó el decreto N°. 1 por el cual al cabo de nueve años y tres meses el Ecuador regresó al régimen constitucional luego de dos períodos del gobierno dictatorial.

Político desde joven

Cuando Roldós empezó en el ámbito político era apenas conocido por su actuación como dirigente estudiantil en la Universidad de Guayaquil y luego como diputado, función para la que fue elegido en representación del partido Concentración de Fuerzas Populares (CFP) en 1968 cuando apenas tenía 28 años. Lo que siempre lo distinguió fue cuando en campaña electoral mostró sus dotes en la oratoria, simpatía personal y un corto lema “La fuerza del cambio”, lo cual aumentó su popularidad.

Su binomio con quien llegó al poder fue con Osvaldo Hurtado, otro joven abogado y dirigente demócrata cristiano, quien tenía entendimiento notablemente en la lucha electoral y en la segunda vuelta anduvieron siempre juntos.

Roldós fue el más brillante alumno de primero a sexto curso de la promoción de Bachilleres del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte en el año lectivo 1958-1959.

Los medios

La Voz del río Guayas fue la encargada de transmitir todos los detalles de la ceremonia del cambio de mando. Esta radio con cobertura nacional e internacional hizo enlace con la cadena HCJB La Voz de Los Andes para difundir las noticias y el mensaje del abogado Jaime Roldós Aguilera. Teleamazonas hizo la transmisión con cobertura para televisión.

En la plaza

La primera concentración popular a la que asistieron el presidente y vicepresidente se cumplió cerca de las dos de la tarde en la histórica Plaza de San Francisco, estratégico lugar capitalino que ha sido siempre el lugar favorito para las concentraciones políticas.

El acto fue calificado como el de la toma de posesión del binomio ante el pueblo. Hubo repique de campanas, música, danzas autóctonas y actos de euforia cívica desbordante.

Habló Roldós, con gran emoción. Agradeció a los manifestantes y al pueblo ecuatoriano. Usó un lenguaje franco, directo, a veces duro, para reiterar su fe en la libertad y la democracia, su adhesión a la causa de los marginados, su decisión de moralizar el país e implementar la justicia. También participó con un discurso, la primera dama, la abogada Martha Bucaram de Roldós.

Concentración con otros políticos

Las misiones de jefes de Estado e invitados especiales a la transmisión del mando presentaron su saludo protocolario, en la noche del 10 de agosto.

La ceremonia se realizó en el salón Amarillo del Palacio de Carondelet y concurrieron para cumplir con el acto los presidentes de Colombia, doctor Julio César Turbay; de Costa Rica, doctor Rodrigo Carazo; de Venezuela, doctor Luis Herrera Campins; la señora Violeta de Chamorro, miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción de Nicaragua; el presidente del gobierno de España, el doctor Adolfo Suárez González y el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giulio Andreotti; así como los Jefes de las Misiones Especiales encabezadas por ministros de Relaciones Exteriores y otros altos funcionarios gubernamentales.

Pinochet y medios internacionales

El general Augusto Pinochet envió un cable congratulando a Jaime Roldós Aguilera, nuevo presidente de Ecuador. La nota del mandatario chileno señala en una de sus partes: “Al asumir vuestra excelencia la más alta magistratura de la República del Ecuador, tengo el honor de haceros llegar en nombre del pueblo y gobierno de Chile, y en el mío propio, nuestras cordiales felicitaciones”.

En su cablegrama, el general Pinochet formuló votos por la ventura personal del nuevo jefe de Estado y le deseó éxito en sus altas funciones.

Los diarios de Uruguay, El País y El Día, comentaron editorialmente el proceso político de Jaime Roldós.

“Anhelamos un gobierno de aciertos y con estos la consolidación de los principios de libertad que nacieron en Ecuador en la alborada radiante del 10 de agosto de 1809 y con libertad, su progreso conquistado con los nobles instrumentos del trabajo y del orden, dijo El País.

Por su parte, El Día dijo que sin duda los problemas que deberán afrontar las autoridades ecuatorianas son muchos y graves, pero agrega que Roldós cuenta con una muy importante carta de victoria, el general consenso de un pueblo entero.

El 11 de agosto de 1979, Roldós participó de la primera rueda de prensa en su calidad de Presidente, la cual duró aproximadamente una hora y trató temas acerca de la deuda externa, la reforma agraria, las relaciones con países industriales, corrupción, alza de combustible, pacto andino, entre otros.

Políticamente todo le salió bien a Roldós y este triunfo le dejó con amplio respaldo popular hasta su muerte en el accidente aéreo la tarde del domingo 24 de mayo de 1981. (I)