Jorge Matute, de 65 años, es un maestro jubilado de La Maná. Luego de esperar desde el 30 de abril de 2016, finalmente recibió la semana pasada su incentivo jubilar de $ 53.100 en bonos del Estado. En los próximos días, dice, irá a una casa de valores a negociar los papeles que aceptó al considerar que un pago en efectivo se veía cuesta arriba. Con el dinero que logre al vender los bonos piensa comprar un terreno.

Renné Esther Torres, maestra jubilada del Instituto Pedagógico Hermano Miguel del Tena, también quería recibir en efectivo los $ 53.100 de su jubilación para ayudar a un hijo y pagar el estudio de una nieta muy querida. La cantidad la aceptó recibir en bonos.

Ella se jubiló en febrero del 2016 y lamenta no haberlo decidido antes, pues dejó de percibir $ 254 mensuales de intereses que le rendirán sus bonos ahora: “Estoy recibiendo algo que ya es mío y tiene un rendimiento. Prácticamente he perdido todo el año pasado de recibir este ingreso extra”.

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Como ellos otros 253 jubilados aceptaron esta semana el pago en bonos. Esto, en medio de una protesta y huelga de hambre de 22 maestros jubilados afuera de la Asamblea. Ellos exigen el pago en efectivo. Al menos once han visto su salud quebrantada y han dejado la medida.

El Gobierno reconoce la deuda que se arrastra desde el anterior régimen y que ascendía a $ 1.200 millones. También asegura que ya ha pagado $ 650 millones. Sin embargo, por falta de dinero plantea cancelar este año solo $ 110 millones en efectivo (para un grupo prioritario) y $ 240 millones en bonos, lo cual no ha sido aceptado. Ante la negativa, el Gobierno propuso incluir en la ley tributaria urgente que se elabora un pago solidario a los ciudadanos para poder levantar los dineros en efectivo. Sin embargo, la propuesta no ha progresado.

Los jubilados Jorge y Renné reconocen que reciben puntualmente sus pensiones jubilares y que este incentivo, distinto a las pensiones, es un pago extra al que tienen derecho por ser servidores públicos.

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¿Pero qué tan buen negocio es para los jubilados recibir el pago en bonos?

Katiuska Viteri, directora de la Asociación de Casas de Valores (Asocaval), informó que hasta el viernes pasado no se habían registrado negociaciones de este tipo de bonos en la bolsa de valores, por lo que aún no se puede conocer el precio del papel. Sin embargo, las casas de valores van buscando posibles inversionistas: aseguradoras, sector público e incluso personas naturales.

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Según Viteri, es muy importante que los tenedores de estos bonos, es decir los jubilados, piensen muy bien qué hacer con este activo. Ella aconseja que no vendan, pues a través de ese bono reciben un ingreso extra. “Es una inversión”, dice.

El rendimiento de los bonos, según el Ministerio de Finanzas, va de 3,28% para bonos a un año hasta 6,50% para bonos de hasta diez años. Los jubilados podrían recibir en intereses entre $ 1.700 y $ 27.000, dependiendo de los años de vencimiento del bono.

Viteri aconsejó a los jubilados que busquen asesoría y rechazó comentarios en redes sociales acerca de que el castigo que podría sufrir el bono se queda con la casa de valores.

El castigo resulta una ganancia del inversionista que entrega la liquidez en el presente para tener un rédito a futuro. Pidió que se vea a las casas de valores como aliadas de los tenedores de bonos y como una garantía de la negociación. La tasa que ha establecido el Gobierno, agrega, es baja si se considera que hay poca liquidez.

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Al ser un papel sin restricciones, que puede ser comprado por entidades públicas y negociado de manera inmediata, puede tener mejores precios que los bonos 2013-2014.El analista Alberto Acosta Burneo cree que el pago del incentivo jubilar con bonos le puede convenir al jubilado que desea tenerlos en su cuenta para recibir un rendimiento, mientras que no les favorece a los que quieren emprender un negocio o viajar. Puede haber interesados en comprar esos bonos, dice y cree que el castigo será alto, pues el mercado no está líquido, por lo que no habría mucha demanda.  

Ministerio de Finanzas prevé bonos por $ 500 millones para pagos

El Gobierno tiene previsto destinar unos $ 500 millones en bonos internos para el Programa de Reforma Institucional de la Gestión Pública,  según la Resolución 084 de abril del 2019, firmada por Richard Martínez.  Parte de este monto son los primeros $ 13 millones que recibieron 255 maestros jubilados la semana pasada.

Los nuevos bonos, que no tienen restricción de negociación y que pueden ser adquiridos por las entidades públicas, tuvieron su primer origen en el Acta Resolutiva 004 del 25 de agosto de 2018 de Finanzas,  que establece que el Comité de Deuda autorizó la emisión de bonos por hasta $ 1.747,8 millones destinados para financiar parcialmente el programa de preservación de capital del 2018,  así como programas o proyectos de inversión 2018-2019. Sin embargo, Senplades posteriormente reformó la cantidad incrementándola a $ 2.531 millones.

En todo caso, se acepta que estos papeles puedan ir al pago de incentivos jubilares. En la resolución se plantean todas las condiciones de los bonos que tienen que ver con plazo, tasa y años de gracia.  

Finalmente, en la Resolución 084  de junio de este año del Ministerio de Finanzas  se establece un cambio en cuanto a la entidad que manejará el pago en bonos. Mientras en la resolución anterior se indicaba que el Ministerio del Trabajo se encargaría de los pagos, en el nuevo documento se habla ahora de que será “la entidad correspondiente”. (I)