Un coro de niños que canta en tsafiqui, lengua ancestral de los tsáchilas, es parte de las presentaciones artísticas de la Casa de la Cultura de Santo Domingo de los Tsáchilas. Las letras de tres canciones fueron traducidas del castellano al tsafiqui y como parte de la performance (muestra escénica) del coro, sus integrantes (mestizos) se visten con la indumentaria típica de la nacionalidad indígena.

Cada semana cerca de una docena de niños llega a las instalaciones de la Casa de la Cultura, en la casa municipal 2, para ensayar las canciones en tsafiqui y practicar la coreografía que acompaña sus presentaciones. Sus edades no pasan de los 12 años y para ellos es su primera experiencia cantando en una lengua ancestral.

Graciela Torres, presidenta de la Casa de la Cultura de Santo Domingo, es la promotora de la iniciativa. Ella es profesora de canto y quiso presentar una nueva propuesta en coro de niños.

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“El tsafiqui se está perdiendo y es parte de la identidad de Santo Domingo, por eso me motivé con crear el coro”, expone Torres, quien compuso en castellano dos canciones que fueron traducidas por tsáchilas, miembros de la Casa de la Cultura de Santo Domingo.

Las canciones se llaman Chike chi kanta, que significa Nuestra tierra, y Lachi ten gama, Lo nuestro. La tercera canción del coro no es de autoría de la presidenta. Se tomó la letra de Cumbia colorada, compuesta por el riobambeño Luis Alberto San Pedro, quien murió en 1994 en Santo Domingo.

Para las presentaciones, los niños se visten con la indumentaria de la nacionalidad. Las niñas se colocan desde la diadema con cintas de colores, que representa al arcoíris, hasta la chumbillina multicolor que usan las mujeres. También se pintan el cuerpo con líneas negras. Los varones usan el manpe tsanpa´, la falda tejido en color negro y blanco, así como una bufanda de colores que usan los hombres tsáchilas.

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Romina León, de 7 años, dice que cuando empezó a cantar en tsafiqui tuvo dificultad para aprender las palabras, pero con la práctica ya domina varias de estas. Dylan Álvarez, de 9 años, cuenta que el estar en el coro le permitió conocer más sobre la nacionalidad de su tierra. “Me gusta porque así no dejamos que el tsafiqui ni la cultura se mueran”, expone el niño.

Mayra Aguilar, mamá de Dylan, está contenta por ser parte de esta iniciativa. Ella lamenta la falta de apoyo por parte de otras entidades, pues los padres deben costear los trajes y la movilización de los pequeños para las presentaciones. No obstante le motiva saber que aportan para que la cultura de la nacionalidad no se pierda.

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Torres busca también formar un coro con niños tsáchilas, pero para ello necesitan aportes del Ministerio de Cultura y de los gobiernos locales, porque los menores viven en las comunas y deben tener acceso a la movilización para ir a los ensayos. 

Más detalles

Idioma ancestral

Presentaciones

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El mes pasado, el coro mestizo cantó en tsafiqui en la posesión del alcalde de La Concordia, David Álava.

Ensayos

Ahora se alistan para actos de festejo por la cantonización de Santo Domingo. (F)