El proceso de los presuntos asesinos de dos jóvenes turistas escandinavas, decapitadas a mediados de diciembre en el sur de Marruecos a nombre del grupo Estado islámico (EI), se reanudó este jueves en Salé, cerca de Rabat, tras dos aplazamientos sucesivos.

En total, 24 hombres son juzgados por "apología del terrorismo", "atentar a la vida de personas con premeditación" o "formación de banda terrorista".

Los principales sospechosos son acusados de haber matado a Louisa Vesterager Jespersen, una estudiante danesa de 24 años, y su amiga Maren Ueland, noruega de 28 años.

Publicidad

Las dos mujeres, que vinieron a hacer montañismo en el Alto Atlas (sur), fueron asesinadas salvajemente en un sitio aislado donde acampaban en la noche.

Sus presuntos asesinos pueden ser condenados a la pena capital, pero hay una moratoria sobre esas penas de facto desde 1993.

Los 24 acusados llegaron el jueves bajo fuertes medidas de seguridad a la corte de apelaciones de Salé para esta audiencia, la tercera desde la apertura a inicios de mayo de ese proceso, constató un periodista de la AFP.

Publicidad

El tribunal aceptó la petición de la parte civil de iniciar la "responsabilidad moral" del Estado con miras a obtener reparaciones. Por eso, un agente judicial del Estado es esperado para esta nueva audiencia.

Tres de los acusados son juzgados por su implicación directa en el crimen: Abdessamad Ejjoud (25 años), Younes Ouaziyad (27 años) y Rachid Afatti (33 años), todos nativos de la región de Marrakech (sur). El primero, un comerciante ambulante considerado como jefe del grupo, ya había sido encarcelado por haber tratado de incorporarse al EI en Siria.

Publicidad

El trío filmó la decapitacón de una de las víctimas y difundió las imágenes en las redes sociales.

Otro video publicado muestra su juramentación de lealtad al EI, al lado de un cuarto detenido, Abderrahim Khayali, de 33 años, quien los acompañó en el Alto Atlas, pero los abandonó antes de la agresión a las dos turistas.

Otros acusados son procesados por sus lazos con los presuntos asesinos, entre ellos el único extranjero del grupo, el hispano suizo de 25 años Kevin Zoller Guervos, instalado en Marruecos tras su conversión al islam.

Surgidos de medios modestos, con un nivel de escolaridad muy bajo, todos vivían de pequeños trabajos en barrios pobres de Marrakech, destino turístico clave del reino.

Publicidad

Su "célula terrorista", inspirada por la ideología yihadista, no tenía "contacto" con los cuadros operacionales en Siria e Irak, según los investigadores, y el EI nunca reivindicó sus actos. (I)