Desde el sector económico privado, empresarial y político, se apoya una reforma laboral, como lo ha anunciado el Gobierno. Ex altos funcionarios, como Osvaldo Hurtado y Alberto Dahik,  y personalidades entre exministros y analistas -en total 36- emitieron hoy una carta abierta al presidente Lenín Moreno y a la Asamblea Nacional apoyando esos cambios como una "necesidad imperiosa".

En ese comunicado respaldan la intención del Gobierno de enviar a la Asamblea una propuesta de reforma laboral en este año. "Creemos que existe un amplio consenso en los objetivos finales de una buena reforma laboral".

Y mencionan cuatro ejes: privilegiar la creación de nuevos empleos, en especial para desempleados o empleados en el sector informal; evitar la precarización del empleo; proteger al trabajador en su movilidad, "un cambio radical frente a la legislación vigente, que busca proteger el puesto de trabajo más que al trabajador, a fin de que su esfuerzo y talento se dirijan a las actividades de mayor productividad"; y alinear los incentivos de empleadores para que inviertan en sus trabajadores y de los empleados para que estos se esmeren en dar lo mejor de sí.

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Además, "para que las personas que tienen la suerte de tener un empleo formal no sientan que se están vulnerando sus derechos, los cambios que se contemplen podrían aplicarse solo a los nuevos contratos laborales, no a los existentes", agregan.

Son partidarios de que el régimen establezca un proceso transparente para preparar y discutir la propuesta de reforma laboral, para que la nueva ley sea entendida y goce de legitimidad. "Para asegurar integridad técnica, la propuesta debería ser preparada por un equipo interdisciplinar idóneo, y para contar con legitimidad y apoyo social y político, dicho equipo debería consultar apropiadamente con varios estamentos de la sociedad, especialmente con aquellos que, como las mujeres y los jóvenes, afrontan las peores condiciones laborales".

Y esperan que la propuesta se debata de forma activa y pluralista, para que el Gobierno la explique y también la modifique a la luz del debate, antes de enviarla a la Asamblea.

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Esto al ver que "la situación se agrava considerando que una parte elevada del 'empleo adecuado' está en el sector público que, luego de expandirse de forma excesiva e insostenible en la década pasada, debe achicarse". Y que el deterioro de las condiciones del empleo solo podrá detenerse si el sector privado crea de manera vigorosa más y mejores empleos. (I)

La carta abierta es de dos páginas y en la tercera constan los 36 firmantes en orden alfabético: