El expresidente brasileño Michel Temer se entregó este jueves a las autoridades, un día después de que se emitiera una orden de un juez federal para que regrese a la cárcel mientras es investigado en varios casos de presunta corrupción.

El abogado de Temer, Eduardo Carnelos, lamentó la decisión del tribunal.  “Considero que esto es una injusticia. Según tengo entendido, no hay ningún fundamento para su detención”, señaló el abogado.

Temer, de 78 años, estuvo tras las rejas unos días en marzo, pero fue puesto en libertad. Está siendo investigado como parte de la “Operación Autolavado”, una pesquisa sobre corrupción en la que se han visto involucrados muchos políticos importantes y líderes empresariales de Brasil. El expresidente niega haber cometido alguna acción ilegal.

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Asumió la presidencia en 2016 luego de que la entonces mandataria Dilma Rousseff fue destituida por una presunta malversación de las finanzas federales.

Durante el mandato de Temer los fiscales lo acusaron de corrupción en tres ocasiones. Pero la cámara baja del Congreso nunca dio su consentimiento para retirarle la inmunidad para que fuera enjuiciado, la cual tienen todos los presidentes en funciones de Brasil.

Su inmunidad terminó cuando dejó el cargo el 1 de enero. (I)