La eliminación del ‘califato’ territorial del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) cierra un largo y trágico capítulo del conflicto sirio, pero la guerra que destruye Siria desde hace más de ocho años está lejos de su fin, y el poder del grupo es fuerte en el mundo con células terroristas en varios países.

Las fuerzas militares en Siria respaldadas por EE.UU. anunciaron la derrota de ISIS y declararon el fin del califato autoproclamado en 2014.

Pero el grupo terrorista que llegó a controlar un territorio de 88.000 km² entre Siria e Irak mantiene una dispersa presencia y células durmientes de combatientes en esos mismos dos países.

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La campaña para recuperar el territorio se ha extendido por cinco años y dos presidencias estadounidenses, arrojado más de 100.000 bombas y cobrado la vida de una enorme cantidad de combatientes y civiles.

Pese al anuncio del fin de ISIS, en tierra continúan enfrentamientos de forma esporádica. Solo en la región, las filiales de Estado Islámico en la Península del Sinaí en Egipto, Afganistán y otros países siguen siendo una amenaza, y la ideología del grupo extremista ha inspirado los llamados ataques de lobos solitarios para perpetuar su combate.

El terrorismo islámico está muy lejos de erradicarse, según un informe del Observatorio Internacional de Estudios (OIET) sobre Terrorismo,  el cual arroja que 10.591 personas en 37 países, murieron en 2018 por ataques yihadistas.

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"Los datos de muertos en los atentados de ISIS siguen siendo altísimos", dijo Carlos Igualada, director del OIET,  publicó el diario español El Mundo.

Aunque haya perdido el Califato, no está ni mucho menos acabado, porque es una organización que nació de la insurgencia en Irak, y lo que ha hecho ahora es volver a la insurgencia, donde se sabe mover muy bien", Carlos Igualada, director del OIET

8 zonas de influencia

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En su último informe sobre el tema, publicado en febrero, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, estableció la lista de las ocho zonas de influencia, además de las células clandestinas creadas en Siria y en Irak, donde la organización yihadista más temida en el mundo todavía está activa y podría seguir así en el futuro próximo.

En Yemen, ISIS tiene presencia, pero se ha debilitado. En Libia son una amenaza con sus combatientes activos en la costa mediterránea. En Egipto, el grupo sigue y mantiene el número de sus combatientes, pese a operaciones en su contra.

En África, en la región del Sahel, dos grupos siguen activos, según la ONU. En la región del lago Chad, donde están las fronteras del Chad, Níger y Nigeria, el Grupo Islámico de África del Oeste, una facción del grupo Boko Haram, cuenta con entre 1.500 a 3.500 yihadistas.

En Somalia, el movimiento está dominado por el grupo de los shebab. En Afganistán, cuenta con entre 2.500 a 4.000 hombres; dispone de campos de entrenamiento y creó una red de células clandestinas en varias ciudades afganas.

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En Asia Central, busca ampliar sus actividades. En Indonesia también está activo.

A estas zonas de influencia se suman los miles de veteranos de la yihad iraquí-siria que lograron regresar a sus países de origen y algunos pudieron hacerlo sin ser detectados. Otros han sido juzgados, encarcelados, pero serán liberados un día y podrían continuar representando una amenaza.

En los últimos meses de ofensivas en Siria, 630 civiles fueron asesinados, también murieron 1.600 yihadistas, otros miles y sus familias se refugiaron en Baghuz. Más de 66.000 personas abandonaron esta área, incluyendo 5.000 yihadistas y 24.000 miembros de sus familias.

“Tenemos miles de combatientes, niños y mujeres de 54 países, sin contar los sirios e iraquíes”, dijo el encargado de Relaciones Exteriores de la administración semiautónoma kurda, Abdel Karim Omar.

“Es necesario que haya una coordinación entre nosotros y la comunidad internacional para enfrentar este peligro”, advierte. “Hay miles de niños educados según la ideología de ISIS. Si estos niños no son reeducados y reintegrados en sus sociedades de origen, podrían ser futuros terroristas”, alerta Omar.

Según un sondeo, 89% de los franceses se expresan ‘preocupados’ por un eventual regreso de los yihadistas adultos.

Las células durmientes de ISIS en Irak y en Siria son una “gran amenaza para (...) el mundo entero”, dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias, Mazloum Kobane. (I)