Misiles con cargas nucleares que pueden surcar en minutos el planeta de polo a polo, a velocidades hipersónicas y sin ser detectados por los radares, forman parte del nuevo arsenal ruso que develó en días pasados el presidente Vladimir Putin, en advertencia a las pretensiones de Estados Unidos de desplegar cohetes en Europa, que avizora una crisis similar a la de los misiles cubanos de 1962.