En menos de un año, Nayib Bukele se inscribió en tres partidos políticos para burlar lo que él consideraba una estrategia de las fuerzas políticas tradicionales para impedir que se postulara como candidato a la presidencia y, con ello, pudiera poner fin a tres décadas de hegemonía política en El Salvador.

Tras su expulsión en 2017 del partido oficialista, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Bukele se jugó tres cartas de emergencia.

Al no poder consolidar su propio partido Nuevas Ideas, se unió al de centroizquierda Cambio Democrático, pero pronto fue clausurado por el Tribunal Supremo Electoral, por lo que, como última alternativa, tuvo que unirse al partido de derecha Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).

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El exalcalde de la capital, de 37 años, se convirtió el domingo en el presidente más joven en la historia del país centroamericano pero, seguramente, será recordado como quien logró romper la hegemonía del FMLN y la ultra derechista Alianza Republicana (ARENA) que gobernaron entre 1989 y 2019.

"Dijimos que haríamos historia y la hicimos", expresó la medianoche del domingo en un discurso durante la celebración de su triunfo. "Este día es histórico para nuestro país, este día El Salvador rompió el bipartidismo, este día por fin pasamos la página de la posguerra".

Bukele, empresario de ascendencia palestina, ha confesado ser un seguidor de las series de ficción estadounidenses sobre intriga política y judicial como "House of Cards" y "Billions".

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"Tiene bastante liderazgo, es capaz de plantearse soluciones a problemas de maneras creativas, eso es importante, aunque no necesariamente tiene la razón, pero eso es algo valioso en un líder: ofrecer propuestas que nadie ha planteado", dijo a Reuters su abogada y amiga Bertha de León.

Hace siete años Bukele debutó en la política como alcalde de Nuevo Cuscatlán, un olvidado poblado cafetalero cerca de San Salvador. Al verse marginado del foco mediático y sin recursos, echó mano de las redes sociales para dar a conocer sus obras.

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De esta manera se convirtió en un inesperado protagonista y hoy cuenta con 1.4 millones de seguidores en Facebook, un 21 por ciento de la población total del país de 6.5 millones de habitantes.

El político inició su carrera con el oficialista FMLN, saltando desde el olvidado municipio hasta la alcaldía de la capital del país, donde muy pronto ganó protagonismo por sus obras sociales, culturales y por donar su salario para becas.

De cabello engominado y espesa barba, Bukele se ha rehusado a las entrevistas y debates, asegurando que los eventos estaban arreglados en su contra. Por ello, interactuó con sus seguidores a través de redes sociales para dar sus opiniones en contra de la corrupción y los pactos de los partidos tradicionales.

Casado con la bailarina de ballet Gabriela Rodríguez, Bukele no logró completar sus estudios de derecho y fue acusado de plagiar su plan de Gobierno.

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En octubre de 2017 fue expulsado del FMLN, supuestamente por causar división, violar los estatutos del partido y por haber agredido a una síndica con una manzana durante una sesión de concejo, una acusación que él niega.

El joven político ha prometido acabar con la corrupción, pero la Fiscalía también lo investiga por supuesto lavado de dinero, fraude y evasión fiscal durante sus períodos como alcalde.

"Vive cultivando el ego de su imagen, ha buscado controlar a todos, se nutre del odio, promueve rencor, no es proactivo y ha mentido de forma constante a todos los salvadoreños", dijo recientemente sobre Bukele, Roberto d'Aubuisson, político e hijo del militar y fundador del partido ARENA. (I)