El Gobierno cerró el 2018 con un déficit fiscal de $ 3.332,9 millones (3% del Producto Interno Bruto). Es una reducción de 42,9% frente al déficit del 2017 y que fue de $ 5.837,7 millones. Así, el ajuste de un año a otro fue de $ 2.504,8 millones.

De acuerdo con el Gobierno, este sería el déficit fiscal más bajo en los últimos seis años. El Ministerio de Finanzas explicó que el menor déficit se debe a medidas tomadas, como la remisión tributaria.

En este proceso (perdón de intereses, multas y recargos sobre deudas tributarias a pequeños, así como a grandes contribuyentes), contemplado en la Ley de Fomento Productivo, se recaudaron $ 1.250 millones. “Si no se hubiera hecho nada”, el déficit habría sido de al menos el 8%, indicó en un boletín.

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Según el Ministerio, en el esquema de gastos se priorizó a Bienestar Social, Educación, Salud y Defensa, por esa razón el gasto en personal y bienes y servicios de consumo aumentó.

Sobre el tema, Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, indicó que si bien ha habido una reducción importante en el déficit, las cifras que maneja Finanzas no son correctas. Dijo que el déficit con el que cierra el año el país en cuanto al presupuesto es de $ 4.600 millones. El año pasado habría estado en $ 6.100 millones. La diferencia se da porque se toman en cuenta como ingresos a temas como preventas petroleras, lo cual no es correcto.

Entre tanto, el Ministerio indicó que haber reducido el déficit fiscal en esta magnitud es una señal clara del cambio. Con este indicador bajo control, por un lado, aumentará la confianza de los mercados internacionales por la forma disciplinada de manejar las finanzas públicas; eso atraerá inversiones. Por otro lado, un menor déficit fiscal reduce las necesidades de financiamiento, ayudará al país a endeudarse menos y redirigir los recursos que antes iban para el pago de obligaciones hacia una mayor inversión en los sectores sociales y productivos, según el Ministerio.

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En cambio, Carrera sostuvo que el Gobierno debe explicarle a la ciudadanía las dimensiones reales, pues si no hay conciencia clara a la hora de tomar medidas, habrá resistencia. (I)