Es un edificio que desafía a la gravedad y se corresponde con las elevadas ambiciones de lo que se supone iba a ser el símbolo de la unidad de Sudamérica.
Publicidad
Lo que en su día fue un centro diplomático en ciernes, con traductores oficiales y recepciones para mandatarios de visita, parece más un edificio fantasma.
Es un edificio que desafía a la gravedad y se corresponde con las elevadas ambiciones de lo que se supone iba a ser el símbolo de la unidad de Sudamérica.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
“Me arrepiento de haber pedido la salida voluntaria”, dice de entrada esta migrante nacida en Venezuela luego de solicitarle a ICE su autodeportación.
Publicidad