Como una autoprueba podría llamarse el referendo que hoy se realiza en Perú a pedido del presidente Martín Vizcarra para realizar reformas en los sistemas legislativo, judicial y electoral para, según él, atacar a la corrupción.

Sin embargo, esto le permitiría consolidar su poder, que viene en alza desde que asumió la presidencia el pasado 23 de marzo, al aceptar el puesto tras ser el primer vicepresidente (Perú tiene dos vicepresidentes) luego de que Pedro Pablo Kuczynski renunciara presionado por las investigaciones del caso Odebrecht.

Desde el primer momento Vizcarra hizo su bandera la lucha anticorrupción. En ese marco más de 23 millones de peruanos están llamados a votar con ese fin en un referendo de cuatro preguntas donde la consulta más atractiva busca castigar a los legisladores prohibiendo su reelección inmediata en un año dominado por escándalos de corrupción, según AP.

Publicidad

¿Aprueba la reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia, antes Consejo Nacional de la Magistratura?, ¿Aprueba la reforma constitucional que regula el financiamiento de organizaciones políticas?, ¿Aprueba la reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de parlamentarios de la República?, ¿Aprueba la reforma constitucional que establece la bicameralidad en el Congreso de la República?; Esas son las preguntas que tendrán que responder –el voto es obligatorio– con un sí o un no los peruanos.

De acuerdo con sondeos, la población llega al referendo acumulando uno de los rechazos más altos a la clase política y a su parlamento unicameral (tiene apenas 8% de confianza, según el Latinobarómetro 2018) dominado por el partido de Keiko Fujimori, la lideresa de la oposición que está presa desde noviembre mientras se le investiga por supuestamente lavar 1,2 millones de dólares de Odebrecht.

“Vizcarra canalizó de manera institucional el descontento popular”, comentó en cambio Adriana Urrutia, directora de la facultad de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, quien recordó que el descontento ya existía en 2017 tras el indulto –luego anulado– al expresidente Alberto Fujimori en 2017.

Publicidad

La pregunta con más apoyo popular de las cuatro es la de no reelección de los diputados –algo que ya ocurre en Costa Rica–, pero también es la más cuestionada por expertos que la califican de populista y de no generar incentivos para crear una clase parlamentaria que destaque por su experiencia y su buena gestión.

“Todo el sistema está podrido (...) La no reelección no nos garantiza nada, pero es un grito de rabia (...) Durante todos estos tiempos, la reelección tampoco nos ha garantizado nada, lobbies nada más, experticias para la corrupción, expertos para esconder sus intereses”, dijo Gerardo Polo, un oficinista de 40 años sin filiación política, que participa para apoyar la prohibición de la reelección.

Publicidad

Especialistas como Milagros Campos, catedrática de Ciencias Políticas de la PUCP, están en contra de eliminar la reelección porque esto no garantiza un mejor ejercicio de la función e impide afianzar una carrera política.

En tanto, para el tema de la bicameralidad, Vizcarra le quitó su apoyo por no estar exactamente como la había pedido, con igualdad de género para que los partidos postulen la misma cantidad de hombres y de mujeres.

Si bien varios analistas y politólogos apoyan la bicameralidad, son claros de que por sí sola no es una solución. Alfredo Torres, presidente de Ipsos Perú, explicó al diario peruano El Comercio que el motivo por el cual la mayoría piensa votar en contra se debe a dos puntos que introdujo el Congreso en el proyecto: el incremento de número de senadores (percibido como mayor gasto) y la posibilidad de que los diputados actuales se puedan postular al Senado.

El mandatario también busca reformar la forma en que se escoge a la cúpula del sistema de justicia, que este año vivió una crisis por casos de tráfico de influencias y otros delitos, y regular la financiación de los partidos, para esclarecer las reglas tras el caso Odebrecht, según publicó el medio Perú21.

Publicidad

Cuestión de confianza

Otro tema por el que el presidente se opone a la pregunta de la bicameralidad es que esta contiene una modificación de la utilización de la llamada “cuestión de confianza”. Esta herramienta permite que si el congreso censura a dos consejos de ministros, el presidente puede cerrar el Parlamento y convocar a una nueva elección legislativa. Usando esta herramienta el mandatario pudo convocar este plebiscito.

23 millones de votantes

Ese es el número de peruanos que están llamados obligatoriamente a acudir a las urnas. (I)