Tras una semana de caminata, manifestantes arribaron a la capital boliviana y convocaban a una masiva concentración en los alrededores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), contra la habilitación de Evo Morales como candidato y exigiendo el respeto a los resultados del referendo de febrero de 2016.

Bolivia vivió una jornada de protestas y huelgas contra la decisión de mantener en carrera al presidente para los comicios primarios de 2019, en los que no tiene rival.

En ocho de los nueve departamentos del país hubo bloqueos, mientras que activistas lanzaron llamados a la desobediencia civil.

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“Bolivia dijo No” se leía en pancartas, en referencia al referendo en el que el 51% de los bolivianos rechazó la reelección del mandatario.

El Gobierno minimizó la paralización y los bloqueos.

Imágenes de televisión mostraron que las protestas fueron más contundentes y masivas en Santa Cruz, cuyo gobernador, Rubén Costas, lidera la oposición al mandatario.

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En tanto, las ciudades de Cochabamba, Potosí, Oruro, Beni, Tarija y Chuquisaca también acataron la medida de fuerza, aunque el comercio y la banca continuaban con sus labores habituales.

Desobediencia civil

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Tres prominentes activistas de derechos humanos coincidieron en llamar a la “desobediencia civil”. “No existe independencia de poderes y el pueblo queda en absoluta indefensión. A partir de ahora emerge el legítimo derecho a la rebelión y a la desobediencia civil”, afirmó el exdefensor del Pueblo Waldo Albarracín.

Con el fallo, el TSE puso “en duda las bases de la democracia” y estableció “un futuro incierto para los bolivianos”, advirtió la Iglesia católica.

Mientras, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), principal contendor de Morales en las elecciones previstas para octubre de 2019, arengó a desplegar “una batalla democrática”.

El alcalde paceño, Luis Revilla, que apoya la candidatura de Mesa, dijo: “Lo que queda ahora es resistir (y) volcarnos a las movilizaciones, para evitar que esta decisión se consuma”.

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Tras el fallo del TSE, la oposición se quedó virtualmente sin posibilidades de vetar por la vía legal su candidatura. (I)