Un sol de oro, similar a la insignia del Banco Central del Ecuador, diseñado con flores amarillas y blancas, es la cumbre de las 500.000 rosas que se usaron para recrear el arreglo de flores más grande del mundo, que hoy puede ingresar en el libro Récord Guinness World.

Es la cúspide de una réplica de la pirámide número 5 que, al igual que las 14 restantes, se encuentran en el parque Arqueológico y de Investigación Científica Cochasquí. Se caracterizan por no ser en punta, sino que su superficie es plana.

La réplica se levanta en la plazoleta de la Banda, en Tabacundo, a una hora de Quito.

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La pirámide número 5, desde una vista aérea tiene la forma de un escorpión. Pertenece a la cultura Quitu-Cara, de 500 a 1.500 después de Cristo y se la considera que la construyeron viendo las constelaciones o en la naturaleza.

Frank Borys Gualsaqui, alcalde de Pedro Moncayo, estimó ayer un avance del 70% en la obra que, según él, da un sentido cultural, pues la estructura es una réplica de lo que llamó un ícono de la ecuatorianidad.

Sostuvo que Ecuador es el segundo productor de rosas del mundo, y ese cantón es el primer productor del país.

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Para Marcela Costales, viceprefecta de Pichincha, con la elaboración de la réplica se hace una reposición de uno de los símbolos no solo de Ecuador, sino de la América andina. A su juicio es hablar de identidad, producción, turismo.

José Camacho, de la Corporación de Floricultores de Expoflores, dijo que la elaboración del arreglo es un reto que se suma a otros y que han ayudado a la promoción. (I)