El atentado con un carro bomba en el cantón esmeraldeño de San Lorenzo, que el Gobierno calificó de ‘acto terrorista’, ha revivido el debate sobre la conveniencia o no de tener una base militar con presencia extranjera que permita detectar actividades ilícitas como narcotráfico.

La explosión en Esmeraldas frente a un cuartel policial dejó 37 casas afectadas y 38 heridos y tanto Colombia como Ecuador atribuyeron ese atentado a Walter Arízala, alias Guacho, un disidente de las FARC a quien se asocia con el narcotráfico.

El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, es partidario de una base militar con presencia norteamericana, como la base de Manta que dejó de tener la colaboración extranjera para luchar contra el narcotráfico en el 2009.

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“Decididamente, decididamente, dentro de las normas que internacionalmente permiten eso, para los fines específicos, sin injerencia en otras cosas. Definitivamente, y vaya a Manta y pregunte en Manta qué piensan y vaya a San Lorenzo y pregunte qué piensan”, respondió en torno a si estaría de acuerdo con el restablecimiento de una base como la de Manta.

A juicio de Nebot no se pierde soberanía por tener bases militares con intervención norteamericana.

El expresidente Jamil Mahuad firmó en 1999 un convenio con EE.UU. para su colaboración por diez años en la base militar. Y tras asumir el poder, Rafael Correa anunció que este no se renovaría argumentando que afectaba la soberanía del Ecuador. En la Constitución aprobada en 2008 se introdujo la prohibición de bases extranjeras en el país.

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“Los hombres están para reformar la Constitución y las leyes. Las constituciones y las leyes no pueden reformar a los hombres y peor liquidar su progreso y su prosperidad”, dijo al respecto el alcalde de Guayaquil, quien anunció que discutirá con sus compañeros del Partido Social Cristiano (PSC) la posibilidad de que la propuesta salga del bloque.

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Tras lamentar los acontecimientos de San Lorenzo, señaló: “Hemos saltado un estrato que jamás se había vivido en el Ecuador”. Y que esto se debe a que no hay una política de Estado en materia de seguridad.

Pero también hay voces opuestas a la instalación de una base. Para Isaac Avellán, director provincial de Unidad Popular, los problemas de injerencia de narcotráfico no se resuelven con presencia extranjera en suelo patrio, sino delineando políticas de seguridad que ayuden a defender el territorio y además que se mantenga una política estatal dirigida a resolver problemas sociales.

El problema de narcotráfico no se lo combate con la instalación de una base extranjera en territorio nacional, el problema del narcotráfico tiene que contar con políticas de seguridad en conjunto.Isaac Avellán, director provincial de Unidad Popular

A criterio del dirigente, la seguridad ha resultado comprometida porque las indagaciones de la Secretaría de Inteligencia no habrían surtido efecto.

Días previos al atentado, el presidente Lenín Moreno descartó la reinstalación de una base estadounidense en suelo ecuatoriano. “La base de Manta salió de Ecuador porque creemos que viola nuestra soberanía. Sigamos cooperando en el tema del combate a las drogas que tanto daño hace a los dos países; pero, sobre todo, respetémonos mutuamente”, indicó Moreno. (I)

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