Un Tribunal de Alzada (última instancia de apelación) ratificó ayer la inocencia del periodista del portal web 4 Pelagatos, Martín Pallares, frente a una demanda por contravención que planteó el expresidente Rafael Correa, y reconoció que los funcionarios públicos están más expuestos a la crítica.

Este recurrió al artículo 396 del Código Integral Penal sobre “proferir expresiones en descrédito o deshonra”, que se sanciona con 15 o 30 días de prisión, por la publicación titulada ‘Si a Correa lo encuentran robando podría decir que estaba cuidando’.

A la diligencia que se sustanció en poco más de tres horas no asistieron las huestes de Alianza PAIS que defendían a Correa. Solo su abogado, Caupolicán Ochoa, quien apeló la sentencia de primera instancia emitida por el juez Fabricio Carrasco en julio pasado, aduciendo que “incurre en errores”, y hasta por su “afán de querer favorecer al accionado”.

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Pidió que no se “deje abierta la puerta para que se ofenda” y sugirió la necesidad de “que se eduque a las personas”. “Pido que actúen sin miedo”, dijo.

Juan Pablo Albán, defensor de Pallares, insistió en que la nota expresaba un hecho hipotético y recalcó que no se pudo probar la contravención porque, por ejemplo, no se le hizo un examen psicosocial a Correa que demuestre que estaba ‘triste’.

Al final, los jueces Miguel Ángel Narváez, Fabricio Jarrín y Anacélida Burbano concluyeron que el periodista no tuvo el “ánimo de injuriar”, y acogiendo los postulados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) se reconoció que los funcionarios están expuestos al “escrutinio en mucho mayor grado”. Además, que “fue necesaria la comparecencia de la víctima (Correa) para que dé a conocer los hechos... para llegar a una verdad histórica”, expresó Narváez.

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Ochoa expresó su respeto a la decisión, pero no concordó.

Para Pallares esto es un “precedente para que los ciudadanos se pronuncien sobre el manejo del poder”. Y Albán aspiró a que esto “eduque a los abogados y se abstengan de plantear demandas frívolas que atenten a los derechos humanos”. (I)

Toda experiencia humana educa, y la prensa también tiene que educarse, tiene que dejar esa actitud prepotente y alevosa, y ser mucho más humilde y entender que su rol no es el de chantajear.Caupolicán Ochoa, defensa de Correa