Estados Unidos ha estado proveyendo a Filipinas de capacidades de vigilancia, entrenamiento, información y aeronaves para ayudar a combatir el asedio que se vive desde hace más de un mes en una ciudad del sur del país por parte de militantes a favor del grupo Estado Islámico, indicó este lunes el secretario de Estado de Estados Unidos en momentos en que se prepara para reunirse con el polémico mandatario filipino.

El secretario de Estado, Rex Tillerson, de visita en Manila para una cumbre regional, indicó que entre el apoyo hay algunas aeronaves Cessna y unos cuantos drones. Dijo que ayudarán a Filipinas a combatir “a un enemigo que lucha de una forma con la que la mayoría de la gente nunca ha tenido que lidiar”.

“Pensamos que comienzan a controlar la situación”, dijo Tillerson a la prensa. “Pero el verdadero desafío vendrá una vez que finalicen los enfrentamientos y cómo lidiar con las condiciones en la zona para garantizar que no resurjan”.

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Grupos a favor de los derechos humanos han cuestionado la voluntad del presidente Donald Trump para comprometerse con el mandatario filipino Rodrigo Duterte, quien ha sido criticado por su sangriento combate a las drogas ilegales, en el que han muerto miles de sospechosos. Pero Tillerson arguyó que no hay una contradicción entre la decisión de Estados Unidos de ayudar a ese país a combatir a los extremistas, cuyo levantamiento en Filipinas ha causado temor global de que el grupo Estado Islámico exporte su violencia al sudeste asiático y a otros lugares.

“No veo conflicto, en lo absoluto, con que los ayudemos con esa situación, y nuestra postura sobre nuestras preocupaciones de derechos humanos respecto a cómo realizan su combate a las actividades de narcóticos”, recalcó Tillerson.

Previo al encuentro, Estados Unidos dijo que Tillerson sí hablará con Duterte sobre derechos humanos y otros temas de relevancia. El portavoz de Duterte, Ernesto Bella, dijo el lunes que la agenda incluirá las amenazas terroristas a nivel global, la cooperación económica y la seguridad en Marawi, la ciudad bajo asedio extremista durante más de dos meses. (I)