Una embarcación que realiza abortos en aguas internacionales llegó a las costas de Guatemala para ofrecer su servicio a mujeres en el país centroamericano en medio de críticas de sectores conservadores.

Leticia Zenevich, vocera de la organización holandesa “Mujeres en las Olas” (Women on Waves), dijo que el barco atracó el miércoles último en el Puerto Quetzal, en Escuintla, en las costas del Pacífico guatemalteco. Se tiene previsto que permanezca cinco días cerca del país.

“Los abortos se realizarían en aguas internacionales bajo la jurisdicción de leyes internacionales, no se infringirán las leyes del país”, dijo Zenevich. Sin embargo, en Guatemala el aborto está penalizado por ley.

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“El buque cuenta con las condiciones adecuadas con las cuales podría proveer abortos médicos legales gratuitos hasta las diez semanas de embarazo después de navegar aguas internacionales, o sea, 12 millas fuera de las costas guatemaltecas”, dijo la organización a través de un comunicado de prensa.

Zenevich explicó que el personal a bordo ya ha realizado estos procedimientos en otros países y que se decidió que Guatemala fuera el primer territorio latinoamericano en virtud de la fortaleza de sus organizaciones de mujeres, donde la libertad de expresión ha crecido.

Mientras el barco se mantiene lejos de la costa, un yate acercaría a las interesadas en realizarse el procedimiento. Sin embargo, el Ejército guatemalteco emitió un boletín de prensa para informar que no permitirían que la embarcación llegue a puerto. “El Ejército de Guatemala como responsable del mar territorial y con instrucciones del Comandante General de Ejército (el presidente Jimmy Morales), no permitirá que está ONG efectúe estas actividades”, dijo en su boletín.

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La Fuerza Armada también anunció que presentarán una denuncia ante la fiscalía contra el personal que viaje en el yate “ya que no informó de sus intenciones al atracar en el muelle”.

El seminarista católico cubano Gil Hernández irrumpió en una conferencia de prensa de la ONG a los gritos de "este no es un barco por la vida". Expresó que los activistas "dicen que luchan por la vida y los derechos humanos, pero parece que asesinar se ha vuelto un derecho humano".

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Otro grupo de unos siete evangélicos irrumpió gritando "el aborto es un asesinato", lo que generó un momento de tensión que provocó el fin de la conferencia de prensa.

La fundadora de la ONG, Rebeca Gomberts, enfrentó a los manifestantes y les dijo que cada año unas 21.600 mujeres en Guatemala ingresan a hospitales con complicaciones relacionadas con abortos clandestinos, los que señaló como la tercera causa de mortalidad materna.

"Estamos muy decepcionados por la actitud de la Administración Portuaria. No sabemos quién es responsable de negarnos acceso al muelle", dijo Gomberts a la AFP, asegurando que cuenta con los permisos para ingresar a Guatemala. (I)