Una embarcación que realiza abortos en aguas internacionales llegó a las costas de Guatemala para ofrecer su servicio a mujeres en el país centroamericano en medio de críticas de sectores conservadores.
El seminarista católico cubano Gil Hernández irrumpió en una conferencia de prensa de la ONG a los gritos de "este no es un barco por la vida". Expresó que los activistas "dicen que luchan por la vida y los derechos humanos, pero parece que asesinar se ha vuelto un derecho humano".