En estos 95 años, los militares han tenido activa participación en la vida política del país, ya sea a través de golpes de Estado, dictaduras, en calidad de garantes del orden democrático o a través de acciones mediadoras.

“La intervención de las FF.AA. no es aceptable en democracia, ni como actores ni como árbitros. Cualquier intervención de ellas va en contra de la democracia”, dice Simón Pachano, mientras Felipe Burbano cree que han sido “actores contradictorios, poco leales frente a la democracia, bajo la idea de constituir el verdadero poder del pueblo en contra de las élites”.

En cuanto a la participación de actores sociales, por los 90, el movimiento indígena le toma la posta al movimiento sindical y a las organizaciones de los sectores medios que durante la década de los años setenta cumplieron una activa participación de resistencia a las medidas antiobreras de la dictadura militar y en los años 80 frente a gobiernos neoliberales.

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El movimiento indígena, agrupado en la Conaie, durante la década de los noventa, se convierte en la organización social más importante no solamente de los indígenas, sino de toda la sociedad. Esa representación, y a través del partido Pachakutik, le permite jugar un papel destacado en la escena política nacional tras los cuestionamientos a los gobiernos de Bucaram, Mahuad, así como en la alianza y ruptura con Lucio Gutiérrez. (I)

90
década

El movimiento indígena le toma la posta al movimiento sindical.