Llegar a la luna siempre fue un sueño de la humanidad que recogieron literatos y artistas, y la ciencia y la tecnología lo hicieron realidad.
En 1959 se tuvo la primera fotografía del lado oculto de la luna y en 1966 alunizó con éxito la primera sonda automática. A partir de ese momento se producen varios vuelos orbitales, primero no tripulados y luego tripulados.
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Pero antes, en 1961, el presidente de Estados Unidos, John Kennedy en un discurso en el Congreso dijo: “Creo que esta nación debe proponerse la meta y que antes de que la década termine, el hombre pise la luna y vuelva salvo a la Tierra”. Y así fue, el 20 de julio de 1969.
21 de julio de 1969
Llegamos a la luna
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9:56 el hombre puso el pie en el suelo lunar
Un paso para el hombre, un salto para la humanidad
Astronautas saltaban como "canguros" en suelo lleno de piedras púrpuras.- Muestras lunares y Mensaje de Nixon
CENTRO ESPACIAL DE HOUSTON, 20 (UPI).- Los astronautas Neil A. Armstrong y Edwin E. Aldrin pisaron esta noche la superficie de la Luna dando un "gigantesco salto" hacia la conquista del Universo.
Armstrong y Aldrin descendieron en el satélite a las 4.17.45 p. m. (2014.45 GMT) en su vehículo lunar "Aguila" y unas seis horas y media más tarde ambos se unieron ene l mar en el mar de la Tranquilidad para iniciar la exploración del primer cuerpo celestial extra - terrestre alcanzado por el hombre.
Al apoyar por primera vez su pie en la Luna, Armstrong afirmó: "Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gigantesco salto para la humanidad"
CARBONILLA PULVERIZADA
Millones de personas en todo el mundo pudieron ver por televisión cómo el astronauta norteamericano avanzaba cautelosamente por la superficie selenita, cuya consistencia encontró similar a la de la carbonilla pulverizada.
Fue el pie izquierdo de Armstrong, calzado con una bota espacial de 15 centímetros de ancho y 33 de largo, el primero que tocó la faz lunar.
El pie de Armstrong se posó exactamente a las 10.56.20 p. m. (9.56 del Ecuador) y Aldrin se unió a su compañero 20 minutos más tarde.
Ambos, sin embargo se encontraban en la Luna desde la media tarde y adelantaron considerablemente su paseo porque se sentían en magníficas condiciones para intentar la empresa: prevista para las dos de la madrugada.