El aeropuerto de Bruselas permanecerá cerrado el miércoles, luego de que dos explosiones en un atentado este martes causara al menos 14 muertos y 90 heridos e importantes daños materiales, indicó el director del operador aeroportuario, Brussels Airport, Arnaud Feist.

Anthony Deloos, que trabaja en el aeropuerto para Swissport, que gestiona los servicios de facturación y equipajes, dijo que la primera explosión se había producido cerca de los mostradores de la aerolínea donde los pasajeros pagan por el exceso de equipaje. La segunda detonación golpeó una cafetería Starbucks de la terminal, dijeron Deloos y un compañero.

"Oímos una gran explosión. Es como cuando uno está en una fiesta y de pronto no oye, como por un fuerte ruido", explicó Deloos, añadiendo que un compañero le había dicho que corriera mientras trozos de papel flotaban por el aire. "Salté en una salida de equipaje para estar seguro", dijo.

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Tom de Doncker, de 21 años y que trabajaba como becario de facturación, estaba cerca del lugar de la segunda detonación. "Vi a un soldado sacando un cuerpo", dijo. "Me sentí como si también me hubiera llevado un golpe" por la onda expansiva de la explosión.

Zach Mouzoun, que llegó en un vuelo de Ginebra unos 10 minutos antes de la primera detonación, dijo a la televisora BFM que la segunda explosión, más fuerte, derribó trozos del techo y rompió tuberías, mezclando el agua con la sangre de las víctimas.

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"Fue atroz. Los techos se cayeron", expresó. "Había sangre por todas partes, gente herida, maletas por todas partes". "Estábamos caminando por entre los escombros. Era un escenario de guerra", relató.

En el aeropuerto, la gente huyó tan rápido como pudo. Imágenes de video tomadas por testigos y emitidas en la televisora francesa i-Tele mostraban a pasajeros, incluido un niño que corría con una mochila, huyendo de la terminal en diferentes direcciones arrastrando su equipaje. Otra imagen mostraba a un agente de seguridad que patrullaba dentro de una sala con desperfectos, donde se veía lo que parecían paneles aislantes del techo tirados por el suelo.

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Marc Noel, de 63 años, estaba a punto de abordar un vuelo de Delta a Atlanta para regresar a su casa en Raleigh, North Carolina.

Noel, nacido en Bélgica, dijo que estaba en la tienda del aeropuerto comprando revistas de motor cuando se produjo la primera explosión, a unas 50 yardas (45,7 metros). "La gente lloraba, gritaba, los niños... Fue una experiencia horrible", dijo a AP. Su decisión de comprar las revistas podría haberle salvado la vida, señaló. "No quiero pensar en ello, pero probablemente habría estado en ese lugar cuando estalló la bomba", agregó. (I)