Hasta los Archivos del Vaticano podría llegar la Fiscalía General en la búsqueda de pistas que le permitan determinar las causas del accidente aéreo en el que murieron el presidente Jaime Roldós, su esposa, Martha Bucaram, y su comitiva hace casi 35 años (24 de mayo de 1981).

La indagación previa se abrió en agosto del 2013; es decir que ya lleva más de 29 meses.

En septiembre pasado, por gestiones de la misión diplomática de Ecuador en ese país, el jurista e investigador paraguayo Martín Almada tuvo un encuentro con el papa Francisco para hacerle un pedido: Que le permita ingresar a los archivos de la Iglesia para buscar en sus documentos referencias a la aplicación del Plan Cóndor (alianza de las dictaduras militares que gobernaron en los 70 y 80) en los países de la región, entre ellos Ecuador.

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Almada, quien es conocido por haber encontrado el llamado ‘Archivo del Terror’ que documentaba las violaciones a los derechos humanos de la dictadura en su país, colabora hace meses con la Fiscalía en la investigación, ya que una de las hipótesis que esta maneja es que el accidente pudo ser una “ejecución extrajudicial” relacionada a esta alianza militar, según el fiscal Galo Chiriboga.

El funcionario explica que poseen algunos documentos desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), que señalan que Ecuador también fue parte del Plan Cóndor. Pero falta más información que lo pruebe.

Por ello logró la cooperación gratuita de Almada, a quien conoce hace varios años pues ambos formaron parte de la Asociación Americana de Juristas. Aparte tiene la de las Fiscalías de Chile y Argentina.

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Por correo electrónico, el paraguayo justifica así su pedido al papa: “Los Archivos del Vaticano son 85 kilómetros de anaqueles. Una memoria del mundo... Reflejan la vida de la Iglesia y del acontecer del mundo de los últimos 21 siglos. Son una de las fuentes de conocimiento más vastas de la humanidad. Y es lógico que haya documentos de la trágica muerte del presidente Roldós”.

Pero la investigación documental en el extranjero no es el único frente de trabajo de la Fiscalía: localmente, un equipo se ocupa de inspeccionar las bodegas de la Fuerzas Armadas en todo el país para ubicar los restos del avión caído.

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Chiriboga afirma que ese hallazgo es clave pues, con esas piezas, se podrían encargar peritajes internacionales.

Y de hecho, el año pasado, la Fiscalía pidió al Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos (Cenipa) de Brasil que realizara uno basado en los informes elaborados por la Junta Investigadora de Accidentes de la Fuerza Aérea, la Policía de Zúrich y del fabricante de la nave en Canadá.

“Ellos nos dijeron: ‘Estamos viendo papeles, lo que queremos es ver los restos del avión para confirmar lo que dicen los informes’. Y hasta el momento no tenemos respuesta de dónde están pese a nuestra insistencia”, lamenta el fiscal.

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En el 2014, Chiriboga solicitó información al Ministerio de Defensa que respondió que no encontró nada. Pero el año pasado, el Ministerio Coordinador de Seguridad Interna y Externa entregó documentos desclasificados sobre el proceso de compra de la nave en los que se detalla, por ejemplo, que no tenía caja negra.

“Las instituciones están integradas por personal burocrático que tal vez no percibe la trascendencia de la información y no se esfuerzan lo suficiente”, opina Chiriboga, quien agrega que alguien debe saber dónde está el avión porque no es “una caja de chicles”.

Un tercer eje de la investigación de la Fiscalía es, precisamente, el proceso de adquisición de la aeronave. “Dónde se compró, a quién, quién lo ordenó, las características y otros detalles. De eso podríamos sacar conclusiones”, señala.

La Fiscalía no tiene plazos para cerrar la indagación previa. Aunque también maneja la tesis de un “magnicidio”, Chiriboga le ha dado cierto énfasis a la que plantea una “ejecución extrajudicial” porque este delito no prescribe, y así “tenemos todo el tiempo para investigar”.

¿Quién es Martín Almada?

Martín Almada nació en 1937; es doctor en Pedagogía, abogado y activista de Derechos Humanos.

Fundó la escuela Juan Bautista Alberdi en San Lorenzo (Paraguay), la cual fue cerrada en 1974 por órdenes de la dictadura de Alfredo Stroessner. Él fue apresado y torturado; y su esposa, Celestina Pérez, falleció de un paro cardiaco, luego de ser torturada psicológicamente.

Almada estuvo detenido entre 1974 y 1977 en la cárcel de Emboscada. Luego de una huelga de hambre y de presiones de grupos intenacionales, Almada fue liberado y se asiló en Panamá. Desde entonces se dedicó a denunciar las violaciones de derechos humanos de la dictadura de Stroessner. Tras la caída del gobernante, en 1989, Almada retornó al Paraguay.

Con la ayuda del juez José Agustín Fernández, en 1992, en Lambaré (Paraguay), descubre los 'Archivos del Terror', una serie de documentos, informes y comunicaciones sobre presos políticos, espionaje y control de actividades civiles; sesiones de torturas; y la relación entre las dictaduras militares de varios países de la región a través del denominado Plan Cóndor. (I)