Imágenes muestran cómo la Policía retiene a la periodista brasileña Manuela Picq, pareja sentimental del líder de la Ecuarunari, Carlos Pérez Guartambel. Ambos participaron de las protestas del jueves pasado en Quito.

Ella publicó ayer en su cuenta de Facebook, donde colgó fotos en las que se observa que uniformados la rodean y toman de los brazos mientras está en el piso, que vive de primera mano el uso del Gobierno de la ley en contra de su pueblo, que le dieron “un toletazo en la cara” y que se siente “rehén en un hotel en espera a un juicio falso”.

El dirigente indígena cuenta que fue separada por la fuerza cuando la abrazaba y que hasta el momento no ha podido visitarla. “Ella tiene inflamado parte del rostro y sufrió una laceración que le produjo sangrado, fueron los mismos golpes que sufrí, fue trasladada al hospital Eugenio Espejo y luego a otro lugar en que no puede ir a hacer sus necesidades si no es acompañada”.

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El Ministerio del Interior tiene una versión diferente. En un comunicado asegura que “una agente del orden notó la presencia de la ciudadana”, “quien habría sido agredida por personas desconocidas”.

Esta cartera cuenta que no se pudo aprehender a los agresores, debido a la gran cantidad de manifestantes. “La uniformada acudió en ayuda de Manuela Lavinas Picq, a realizar el procedimiento de primeros auxilios, y enseguida acudió a solicitar ayuda para la ciudadana” y que en Control Migratorio le solicitaron los documentos que avalaran su estatus migratorio en el país, ella “admitió no tenerlos. Debido a las heridas que presentaba, los agentes solicitaron una ambulancia, que la trasladó al Hospital de Especialidades Eugenio Espejo. En el lugar recibió atención médica”. Y muestra un video de ella editado diciendo que fue bien atendida.

Su visa está revocada y espera mañana la audiencia que definirá si será deportada. (I)