Uno de los creadores de la ciudadela Alborada falleció en Guayaquil

Se lo veía junto al alcalde Jaime Nebot en recorridos de obras de regeneración urbana. Canoso, menudo, septuagenario, así estaba, pero que a esa edad siga ligado a la obra civil denotaba una pasión de vida. Alfredo Mancheno Orellana tenía 86 años al fallecer el lunes 6. Era hasta el 2013 asesor de la Fundación Guayaquil Siglo XXI, a cargo de la regeneración urbana de Guayaquil, y fue su presidente cuando se constituyó el ente, hace 15 años.

La obra de las ciudadelas Alborada y Samanes, en los 70, constituye su legado más representativo. En 1973, en un acto en el que participó el entonces mandatario Guillermo Rodríguez Lara, Mancheno colocó el primer ladrillo en la Alborada.

Su hija Haydeé recuerda que tenía 10 años cuando junto con sus cinco hermanos iban los domingos a los terrenos donde máquinas removían la tierra.

A manera de diversión, evoca, se tomaban fotos en las cabinas de los tractores. Otras veces, prosigue, los hermanos aguardaban afuera de su casa vacacional, en Punta Carnero (Santa Elena), la llegada del padre, que solía presentarse con una caja de dulces y un litro de leche para compartir con los suyos.

Mancheno estaba casado con Haydeé Marina Mancheno, de quien había enviudado hace 11 años. La pareja tuvo 6 hijos: Rosaura, Haydeé, Blanca, Alfredo, Janet y Cynthia. Entre los nietos se contabilizan 18.

Cuadros de ambos padres destacan en el penthouse en el que vivían los esposos, en un condominio en la zona de Los Ceibos, de nombre Haydeé Marina, en honor a la esposa.

Janet refiere que su mamá murió un 17 y que por eso ese día de cada mes, su papá solía ir a misas para recordarla.

Como católico, Alfredo Mancheno impulsó la Cofradía del Santísimo Sacramento, con sede en la zona de Los Ceibos y que lo distinguió como miembro en noviembre pasado. En abril anterior, la Cámara de la Construcción también reconoció su trayectoria. (I)

Ejecutores de la Alborada
Alfredo Mancheno ejecutó la ciudadela Alborada asociado a los hermanos Pablo y Rodolfo Baquerizo Nazur, Raimond Raad y José Juez.