La política pública que el régimen aplicó sobre sexualidad durante tres años sufrió ‘infiltraciones’, y por eso se registraron “excesos”.

Así lo denunció el presidente Rafael Correa cuando el pasado sábado, durante el enlace, volvió a criticar a la Enipla (Estrategia Nacional Intersectorial de Prevención de Embarazo Adolescente y Planificación Familiar) y a defender el plan que la reemplazó, Familia Ecuador.

“(Hubo una) Infiltración de toda una agenda abortista, una agenda gay, etcétera, que no va con las políticas del Gobierno”, afirmó sobre la Enipla.

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Producto del “lobby” de estos sectores, según dijo, “se cometieron excesos terribles” en la aplicación de dicha política.

A modo de ejemplo mostró fotos de ferias al aire libre en las que se repartían preservativos o enseñaba a colocar uno, ante la mirada de niños.

También reprodujo algunos carteles con los “lemas” que la Enipla buscó posicionar, como “Habla serio, con condón disfrutas un montón”.

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“Miren, en ferias nuestras, fundaciones que promueven el aborto legal y seguro”, exclamó sobre otro mensaje que fue divulgado en esos espacios.

“Había todo un lobby para infiltrar estas cosas que no eran parte del plan”, insistió, sin nombrar a ningún colectivo.

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Pero los representantes de ciertos sectores que fueron señalados, reaccionaron.

Pamela Troya, vocera de Red LGBTI Ecuador Diversidad, negó que existiera una “agenda infiltrada”, y opinó que Correa “deslegitima” a la Enipla para justificar el nuevo plan.

Recordó que el primero fue creado por el actual régimen, ante el incremento en la tasa de embarazos en adolescentes.

Enipla fue la política pública que el Gobierno empujó, desde julio del 2011 hasta noviembre del 2014, sobre derechos sexuales y reproductivos.

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El año pasado dispuso su reestructuración, y transfirió su rectoría de cuatro ministerios a la Presidencia de la República.

Andrea Malquin, del colectivo cuencano Cabildo por las Mujeres, consideró que el “cambio de visión” responde a “la presión de la Iglesia”.

Ella le recordó a Correa que rige a un Estado laico, por más que él sea católico.

Correa alegó que la nueva estrategia busca restablecer ciertos valores y a la familia. (I)