En tiempos de guerra se ha observado un repunte en el gasto militar respecto del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Por ejemplo, el presupuesto para defensa nacional se incrementó y representó el 2,4% del PIB en 1995, año en que se dio el conflicto bélico con Perú en la zona del alto Cenepa, según cifras del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri, por sus siglas en inglés).

Este porcentaje se mantuvo por encima del 2% hasta llegar nuevamente al 2,4% en 1998, año en que los dos países terminaron de delinear su frontera terrestre al firmar el acuerdo de Itamaraty, en Brasilia (Brasil). Luego, el gasto respecto del PIB bajó a 1,8% en 1999, según Sipri.

El Gral. René Yandún, comandante del Teatro de Operaciones Norte en la guerra del Cenepa y asambleísta de Carchi, considera que el resultado militar positivo en ese conflicto respondió a 15 años precedentes de preparación: “Desde 1995 se ha venido debilitando, descuidando, especialmente en la provisión del sistema logístico, en la capacitación y en la dotación de todo lo que es armas y equipamiento”.

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Las cifras del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), basadas en información del Ministerio de Finanzas, también corroboran esta tendencia a la baja que se mantuvo hasta el 2000, cuando el gasto fue de 1,5% del PIB para empezar a repuntar y llegar al 2,3% en el 2003, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez. Posteriormente, el presupuesto destinado a defensa respecto del PIB cayó al 1,2% en el 2006 y el 2007, según el OPF.

Es durante el actual gobierno del presidente Rafael Correa, en plena era posconflicto, cuando lo destinado a defensa en relación con el PIB sube al 2,5% en el 2010 y 2,2% en el 2013, refiere el OPF.

Sin embargo, al Gral. José Gallardo Román, exministro de Defensa, le preocupa que se disminuya lo destinado para las escuelas de formación de oficiales y de tropa: “Hay un programa de disminuirlas, de solo asignarle el 50% a las escuelas militares del presupuesto anterior”.

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Mientras, Yandún cuestiona falencias en la capacidad operativa: “Cuántas avionetas han caído con estupefacientes y la Fuerza Aérea no ha sido capaz de neutralizar o derribar; cuántos miles de toneladas que se están desembarcando vía marítima y no ha sido posible capturarles... Es falta de recursos y especialmente de medios técnicos, de alta tecnología”. Uno de estos medios son los radares adquiridos a China por $ 60 millones en el 2009 y que fueron devueltos por fallas de origen.

Estos se compraron ante la vulnerabilidad detectada tras la incursión militar colombiana a Angostura, en Sucumbíos, para bombardear un campamento de las FARC, en el 2008. El presidente Rafael Correa ha anunciado que se adquirirán radares por $ 80 millones. (I)