Las tesis del secuestro y el intento de golpe de Estado en contra del presidente Rafael Correa durante la sublevación policial del 30 de septiembre del 2010 (30-S) no tendrían sustento suficiente.

Es la conclusión a la que llegó el general Ernesto González, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que dirigió el operativo de rescate del mandatario el día de la insubordinación, en una entrevista con Radio Visión. Sus aseveraciones constan en su libro Testimonio de un comandante, que será presentado el jueves de esta semana.

“Este es un testimonio personal; claro que (yo) estaba ocupando la función de jefe del Comando Conjunto”, señaló antes de contar su versión.

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El secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, dijo ayer que se pronunciaría luego de revisar la entrevista.

Sobre el uso de la figura de ‘secuestro’ para la situación del mandatario, González dijo: “Yo diría que el presidente estuvo retenido, no estuvo secuestrado en el concepto total de la palabra. Como dicen sus ministros (lo que declararon algunos en esa fecha), el presidente estaba ejerciendo funciones: decretó el estado de excepción, tomó contacto con los medios...”.

En su criterio, la decisión de Correa de ir al Regimiento Quito no contempló protocolos de seguridad. “Me molesté mucho con el jefe de la Casa Presidencial y con el edecán de turno (...). Ellos presentaron sus informes y, prácticamente, fue el señor presidente quien no aceptó las recomendaciones”. El general también se refirió a un supuesto intento por deponer a Correa. “No conozco que previamente se hayan realizado acciones para llevar adelante un golpe de Estado ni inteligencia militar nos alertó”, indicó, y admitió que la magnitud de los acontecimientos los sorprendió.

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En su interpretación de los hechos no concuerda con las decisiones de “varios funcionarios de Gobierno, quienes por su cuenta y riesgo trataron de solucionar el problema (...), cada cual por su lado”.

González no fue tajante ante la pregunta de si hubo un intento de matar al presidente y solo respondió que la situación fue deteriorándose, con 20 de los 24 comandos policiales del país insubordinados y armados.

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El general, ahora en servicio pasivo, contó sus diferencias con el exministro de Defensa Javier Ponce y relató que aquel 30 de septiembre llamó a su oficina Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, pero que no le contestó. La llamada “era una intromisión”, dijo. (I)

Categóricamente le contesto que yo, a título personal, no conozco que se hayan realizado acciones para llevar adelante un golpe de Estado (...), ni inteligencia nos alertó”.Ernesto González, exjefe Comaco