Más de treinta organizaciones políticas de la izquierda latinoamericana se reunirá la próxima semana en Quito para reflexionar sobre una estrategia regional en defensa de los "procesos progresistas", informaron este jueves fuentes organizadoras del encuentro "Las revoluciones de la Patria Grande: retos y desafíos".

"Lo que nos mueve a las fuerzas progresistas de América Latina es consolidar ese presente y futuro de igualdad de oportunidades (...) que haga de América Latina, por fin, una región más equitativa", dijo en rueda de prensa Doris Soliz, secretaria ejecutiva del movimiento oficialista ecuatoriano Alianza Pais (AP).

Añadió que aparte de la reflexión y aprendizajes, se analizarán las propuestas de los partidos y movimientos de izquierda que al momento están en el poder en América Latina.

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El encuentro busca consolidar un grupo de trabajo permanente de partidos, movimientos, frentes y organizaciones de "izquierda progresista" que construya "una estrategia común frente a la restauración conservadora y sus implicaciones en la región", indicó Soliz al informar sobre la cita, que durará dos días.

En el encuentro, que abrirá el presidente de Ecuador, Rafael Correa, participarán, entre otros, el canciller del país, Ricardo Patiño, la colombiana Piedad Córdoba, el expresidente de Panamá Martín Torrijos, el exgobernante de Honduras Manuel Zelaya, y Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea de Venezuela.

Guillaume Long, presidente de la comisión de Relaciones Internacionales del movimiento País, indicó que habrá representantes de España, Grecia y Alemania en calidad de "observadores", pero puntualizó que claramente la naturaleza del encuentro es latinoamericana.

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Apuntó en la rueda de prensa que en el encuentro se hablará sobre la soberanía e integración regional, del Sur Global frente a la desestabilización social, los medios de comunicación y la lucha contra el capital financiero, entre otros asuntos.

La cita de los grupos de izquierda terminará con un evento cultural en el centro colonial de Quito, el 30 de septiembre, cuando se cumplen cuatro años de una sublevación policial que derivó en un levantamiento que el Ejecutivo de Ecuador interpreta como un intento de golpe de Estado.