Los cubanos ansiosos miraron atónitos los elevados precios de los autos nuevos o usados: el más barato y primero en venderse fue uno del año 1997 en 14.000 dólares y el más caro del año 2010 en 110.000 dólares, al comenzar el viernes la venta de automotores gracias a un decreto del presidente Raúl Castro que liberó la oferta minorista de vehículos.