En el último año, el sector educativo ha atravesado una serie de transformaciones y desafíos, donde la tecnología se ha convertido en un aliado imprescindible para poder adaptarse a diversos escenarios y medidas.
La obtención de equipos y herramientas tecnológicas adecuados para un óptimo desarrollo académico también es una necesidad. Es por ello que empresas como Kingston Technology brindan una gama de opciones para almacenar y cuidar la información durante la vida escolar, así los usuarios podrán realizar sus actividades confiando en que sus archivos estarán respaldados.
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Por ejemplo, no es necesario comprar una computadora nueva para mejorar el rendimiento de su equipo. La manera más accesible y fácil para el estudiante es actualizarse de un disco duro tradicional a un estado sólido. Este mejora la capacidad de respuesta de su sistema actual, con velocidades increíbles de inicio, carga y transferencia.
¿Qué tanto es la diferencia? Pues comparado con un disco duro tradicional, un SSD es diez veces más rápido y puede reducir el tiempo de arranque de 120 segundos a 20 segundos, abrir 50 archivos y aplicaciones en un minuto o abrir diez páginas en Google Chrome en trece segundos.
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El DataTraveler Exodia de esta misma marca es un dispositivo que ofrece un rendimiento USB 3.2 Gen 1, para un fácil acceso a computadoras portátiles, computadoras de escritorio, monitores y otros dispositivos digitales, permitiendo transferencias rápidas y almacenamiento útil para documentos, música, fotos, entre otros.
Los estudiantes están ahora más conectados que nunca y esperan lo mismo de la tecnología que utilizan para aprender. El tamaño de la pantalla e imagen es importante, ya que posibilita un entorno de aprendizaje idóneo y conduce a una comprensión e interactividad más profunda con los contenidos.
Marcas como Epson utilizan la tecnología en videoproyección para recrear un espacio interactivo en casa en pantalla grande, gracias a sus características en colores brillantes, conectividad, movilidad, facilidad de uso, entre otros.
Dentro del portafolio de estos equipos se destacan los PowerLite S39 y PowerLite S41+, cuya tecnología está pensada para aquellos que requieren gran conectividad, instalación rápida y sencilla.
Brindan una pantalla de más de 100″ con calidad excepcional, incluyen 3.300 lúmenes en color, 3.300 en blanco y además son compatibles con la aplicación iProjection para proyectar de forma inalámbrica desde un teléfono celular o tableta.
Una de las ventajas de estos equipos es que pueden ser ubicados en cualquier ambiente del hogar sea en la sala de estar, cuarto de estudio o simplemente en un espacio que cuente con una pared blanca.
Ahora los estudiantes del régimen escolar Costa regresan a sus clases y estas serán virtuales. Nuevamente las familias deben enfrentar algunos desafíos que la teleducación ha significado para su rutina diaria.
“Si bien, la teleducación llegó para quedarse con la pandemia, aún existen varias limitaciones que impiden su pleno desarrollo y, por ende, la masificación de sus beneficios, ya que muchos niños se han quedado fuera del sistema al no contar con los recursos necesarios, tales como internet y los equipos adecuados”, señala Mauricio Heredia, director de Operaciones de HughesNet Ecuador.
El experto de HughesNet menciona algunas recomendaciones para que la teleducación sea efectiva.
En primer lugar, se deben establecer horarios fijos para las actividades diarias para conseguir que el niño aprenda de manera óptima y entienda que, aunque no esté en su aula, debe respetar los tiempos de clases virtuales y deberes, así como de actividades básicas como desayuno, almuerzo, cena, recreación y hasta el horario de dormir.
Este último punto es muy importante ya que, según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, una buena noche de sueño ayuda a consolidar lo aprendido. Igualmente, detalla que los niños deben tener horarios de descanso, de por lo menos 15 minutos, sobre todo en la vista y postura.
Además, es importante adecuar un espacio idóneo para recibir las clases virtuales. El objetivo es que sea propicio para que el niño pueda concentrarse y que cumpla con aspectos básicos para ello, tales como buena iluminación, con ventilación adecuada, que esté ordenado y cuente con equipamiento de estudios (mesa, silla y libros al alcance).
Es importante también informar en casa que, durante el horario de estudio, ese ambiente le pertenece solo al estudiante para evitar distracciones.
Ya que todo se realiza en línea, la conectividad es clave para las clases virtuales. Es importante revisar que la conexión a Internet sea la adecuada. Para ello, lo más recomendable es asegurarse de que, durante las clases, no existan otros dispositivos conectados a la misma red de wifi.
Debido a que en la teleducación no se implementan las mismas horas de clases presenciales, es importante involucrar al niño en otros procesos de aprendizaje para aprovechar el tiempo en casa. Para ello existen algunas herramientas digitales, disponibles en Internet.
Por ejemplo, Smartick, que es una aplicación interactiva que permite una educación lúdica y entretenida. Está dirigida a estudiantes de 4 a 14 años y cuenta con un sistema de recompensas para aumentar la motivación del usuario. La herramienta ofrece ejercicios de matemática y lectura que sirven como refuerzo para el estudiante y los premia con cada avance logrado.
También está Duolingo, que es una aplicación gratuita que permite conocer más de 20 idiomas con lecciones personalizadas según el nivel de conocimiento. Esta herramienta digital está dirigida a todo público y ofrece ejercicios para mejorar y comprender el idioma deseado.
Finalmente, se debe motivar y acompañar a los estudiantes. Durante este tiempo, los niños y jóvenes tienen que asumir retos para adaptarse a estudiar a través de una computadora, laptop, celular, televisor o radio. Es por ello que la capacidad de aprendizaje va de la mano con la motivación. Respaldarlo y alentarlo a continuar cuando no obtienen una calificación esperada es fundamental. De esa forma, se estarán formando ciudadanos fuertes, capaces y perseverantes. (I)