Las recesiones o los tiempos difíciles se consideran buenos momentos para iniciar un negocio por dos razones”, dijo Rashmi Menon, del Instituto Zell Lurie de Estudios Empresariales de la Universidad de Michigan. “Una es que hay menos competencia por los recursos. La segunda razón es que cualquier cambio que enfrentemos, positivo o negativo, trae consigo nuevas necesidades de los clientes. Y las necesidades de los clientes están en el centro de cualquier negocio”.