Desde 2024 los consumidores europeos no tendrá que comprar un cargador adicional y evitar así acumular 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos, según las estimaciones de la Comisión Europea. Esto gracias a un acuerdo por la Unión Europea para establecer un único cargador universal de tipo USB-C para que se armonice su uso en teléfonos móviles y otros dispositivos.