La quema del monigote, conocido tradicionalmente como ‘Año Viejo’, es el eje central de las festividades ecuatorianas por el Año Nuevo. Se trata de una tradición llevada a cabo en todo el país que involucra creatividad, humor y emotividad.
Dentro de los objetivos de la actividad se encuentran, la quema simbólica de todos los hechos negativos ocurridos durante el año que se cierra junto a la ilusión y esperanza de un nuevo comienzo en el año entrante.
El humor es uno de los pilares de la quema de monigotes, que consisten en muñecos armados con ropa vieja, cartón, papel, aserrín, paja o figuras de papel, madera y cartón que toman a personajes populares de diversas índoles.
Publicidad
Origen
Los primeros detalles históricos de la tradición se remontan al año 1895, en medio de complicaciones sanitarias por la llegada de la Fiebre Amarilla a la ciudad de Guayaquil.
Datos y reportes de la época mencionan que se recomendó la confección de ramadas y monigotes llenos de paja con vestimentas de los familiares fallecidos por la enfermedad para ahuyentar la misma.
Publicidad
La misma se fue transformando con el pasar de los años hasta tomar el sentido humorístico y de algarabía que traspasó fronteras en los últimos años a naciones vecinas y países con presencia migratoria ecuatoriana. (I)

























